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    Reducción de retenciones: un paso adelante para la avicultura según Domenech

    Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), reflexiona sobre las recientes reducciones en los derechos de exportación implementadas por el gobierno argentino. Aunque la medida es vista como un avance, Domenech subraya la necesidad de mayores cambios para que la avicultura nacional recupere su competitividad en el mercado global

    La reciente decisión del gobierno argentino de reducir los derechos de exportación para productos avícolas ha sido recibida como una señal positiva dentro del sector. Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), compartió en una entrevista con Cátedra Avícola sus impresiones sobre esta medida y su impacto en la industria. Según Domenech, aunque la reducción del 25% en las retenciones es bienvenida, es solo un primer paso en un camino que requiere de mayores ajustes para que la avicultura argentina pueda competir eficazmente en el mercado internacional.

    Domenech destacó que la disminución en los derechos de exportación, que lleva las retenciones del 9% al 6,75% en algunos casos, es una clara indicación de que el gobierno está dispuesto a cumplir con sus anuncios. Sin embargo, subrayó que, si bien la medida es importante, su efecto es más simbólico que transformador. Según el presidente de CEPA, lo ideal habría sido una eliminación total de las retenciones, al menos por un año, para dar un impulso real al sector, especialmente en un momento donde los mercados internacionales están reevaluando sus proveedores debido a la reciente crisis de influenza aviar.

    La influenza aviar ha sido un desafío significativo para la avicultura argentina. El cierre del mercado chino, que representaba el 38% de las exportaciones, ha dejado un vacío que aún no ha sido llenado. A pesar de los esfuerzos por reabrir este mercado, las negociaciones han avanzado lentamente, lo que ha forzado a los productores argentinos a buscar nuevos destinos para sus productos. Aunque se han logrado algunos avances, como la reapertura del mercado chileno y la entrada en México, Domenech admitió que los volúmenes de exportación no han alcanzado los niveles proyectados para este año.

    Uno de los aspectos que más preocupa a Domenech es la diferencia de costos en dólares que enfrentan los productores argentinos. La inflación local y el tipo de cambio han erosionado la competitividad del sector, haciendo que los productos avícolas argentinos sean más caros en el mercado global. Si bien la reducción en las retenciones ayuda a mitigar este problema, Domenech señaló que se requiere un ajuste más profundo en el tipo de cambio para nivelar el terreno de juego.

    Durante la entrevista, Domenech también habló sobre el panorama actual en Brasil, país en el que se encontraba participando en la SIAVS 2024. Comparó las políticas y estrategias implementadas por Brasil con las de Argentina, resaltando las diferencias en acceso a créditos y apoyo gubernamental. Brasil, con su enfoque en transformar la soja y el maíz en proteína animal, ha logrado mantener una posición dominante en el mercado global, algo que Domenech considera que Argentina debería emular.

    En cuanto al mercado interno, Domenech afirmó que el consumo de productos avícolas se mantiene estable, aunque está directamente influenciado por la capacidad adquisitiva de los consumidores. La demanda interna sigue siendo el principal destino de la producción avícola argentina, representando el 90% de la misma. Sin embargo, la volatilidad en los precios de la carne ha provocado fluctuaciones en la demanda de pollo, obligando a los productores a adaptarse rápidamente a las condiciones del mercado.

    A pesar de los desafíos, Domenech se mostró optimista sobre el futuro de la avicultura argentina. Resaltó la importancia de continuar invirtiendo en tecnología y eficiencia productiva para mantener la competitividad en un entorno global cada vez más exigente. Además, subrayó la necesidad de una política gubernamental más coherente y sostenida que permita al sector avícola alcanzar su pleno potencial.

    Domenech dejó en claro que, aunque las recientes reducciones en los derechos de exportación son un avance, todavía queda un largo camino por recorrer para que la avicultura argentina recupere su lugar en el mercado global. La clave, según él, radica en una combinación de políticas gubernamentales adecuadas, inversiones estratégicas y una adaptación continua a las condiciones cambiantes del mercado internacional. Con la esperanza de que las futuras decisiones políticas sigan favoreciendo al sector, Domenech ve un futuro prometedor para la avicultura argentina, siempre y cuando se tomen las medidas necesarias para superar los retos actuales.