En un mundo que demanda cada vez más alimentos y productos de origen sostenible, la carne sustentable se ha posicionado como un pilar esencial en la agroindustria. Carlos Barrios Barón, presidente de la Mesa Argentina de Carne Sustentable, explicó en una reciente entrevista con Adalberto Rossi cómo la producción de carne en Argentina y la región está transitando hacia un modelo más responsable, que no solo busca la rentabilidad, sino también el bienestar animal, el cuidado del medio ambiente y la integración de las comunidades.
Durante su participación en la conferencia de la Mesa Global de Carne Sustentable, celebrada en Uruguay, Barrios Barón destacó la importancia de este tipo de eventos para intercambiar experiencias y reforzar la misión de promover una carne cada vez más sustentable. “No se trata solo de producir más, sino de hacerlo mejor”, señaló. En Argentina, la Mesa de Carne Sustentable se fundó oficialmente en 2018, y hoy cuenta con 62 miembros que incluyen a instituciones como CREA, APRESID, y la Fundación Vida Silvestre, entre otras. El objetivo: avanzar en protocolos que permitan certificar la carne como sustentable, a través de buenas prácticas y la toma de conciencia.
Barrios Barón enfatiza que la sustentabilidad no es una meta estática, sino un proceso continuo de mejora. Recientemente, la Mesa Argentina lanzó un cuestionario de autoevaluación para que los productores puedan identificar áreas críticas y mejorar sus prácticas. “Es un camino que nunca se alcanza del todo, pero lo importante es que vayamos avanzando”, afirmó. Esto se refleja en la creciente demanda de los consumidores, quienes no solo buscan calidad en los productos, sino que también quieren conocer la historia detrás del bife, el origen y el impacto de su producción.
El crecimiento de la demanda de carne sustentable en el mundo ha impulsado a productores y organizaciones a adoptar prácticas más responsables. Sin embargo, Barrios Barón advierte que, aunque la sustentabilidad es el futuro, es necesario que todos los actores de la cadena productiva se involucren, desde los productores hasta los gobiernos. “El mundo necesita de todos, y debemos trabajar de manera colaborativa”, comentó. Además, destacó que la producción sustentable no debe estar en conflicto con otras fuentes de proteínas, como las carnes sintéticas. “Hay espacio para todos, siempre que se respeten las buenas prácticas”, afirmó.
Uno de los temas centrales de la conferencia fue la percepción del impacto ambiental de la ganadería. Barrios Barón recordó que, aunque se critique a la carne vacuna por sus emisiones de metano, las principales fuentes de emisiones provienen de la energía y el transporte. En este sentido, subrayó que Latinoamérica tiene un rol fundamental en la captura de carbono a través de la ganadería, lo que ofrece una oportunidad para que la región negocie mejores términos en el contexto global.
A pesar de los avances, Barrios Barón reconoce que aún hay mucho por hacer, especialmente en la comunicación con los consumidores. Es fundamental que las personas comprendan el esfuerzo y la responsabilidad que implica la producción de carne sustentable. “El consumidor necesita saber que la carne no contamina por sí sola, sino que, con buenas prácticas, la producción puede ser responsable y sustentable”, sostuvo.
En conclusión, el desafío de la carne sustentable en Argentina y la región no solo reside en mejorar la producción, sino en cambiar la percepción del consumidor y las políticas públicas para generar un impacto positivo. La mesa está puesta, y Argentina tiene un papel crucial en el desarrollo de una producción que respete tanto al ambiente como a las comunidades.