La posible clausura de varias sucursales del Banco Nación en la provincia de La Pampa generó una gran preocupación entre los productores agropecuarios y las comunidades locales. En una entrevista con Adalberto Rossi para “Cátedra Avícola & Agropecuaria”, Ignacio Kovarsky, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), destacó la relevancia de esta entidad financiera para la región, particularmente en áreas donde la banca privada no tiene presencia.
Durante la reunión con los directivos del Banco Nación, Kovarsky y otros representantes gremiales pudieron expresar sus inquietudes. Afortunadamente, el diálogo permitió llegar a un acuerdo que dejó sin efecto el cierre de las sucursales. Además, el banco propuso un enfoque más eficiente, dándole mayor poder a los gerentes locales para aprobar créditos y resolver cuestiones burocráticas. “Nos parece un paso positivo siempre que funcione como se plantea. Si los productores comienzan a tener problemas, pediremos una nueva reunión para corregirlo”, explicó Kovarsky.
Uno de los puntos clave que resaltó el presidente de CARBAP fue la desconexión que muchas veces existe entre las decisiones centralizadas y la realidad del interior del país. Kovarsky subrayó la necesidad de convocar mesas institucionales locales para discutir estos temas antes de tomar decisiones que afecten a las economías regionales. “Es fundamental que las gremiales locales sean incluidas en el debate, ya que conocen de primera mano la situación de los productores y las pymes”, señaló.
El cierre de sucursales no solo habría afectado a los productores agropecuarios, sino también a la comunidad en general, ya que muchas personas utilizan el Banco Nación para recibir sus jubilaciones y realizar otros trámites esenciales. “La banca privada no llega a estas zonas, y el Banco Nación tiene un papel fundamental en garantizar el acceso a servicios financieros en áreas rurales”, enfatizó.
Finalmente, Kovarsky destacó que, si bien es necesario avanzar hacia un Estado más eficiente y con menos impuestos, las decisiones deben tomarse con cautela y evaluando su impacto en las comunidades locales. “No estamos en contra de la eficiencia, pero cerrar sucursales sin evaluar las consecuencias no es el camino”, concluyó.
Este episodio refleja los desafíos que enfrentan los productores agropecuarios en Argentina, donde las decisiones financieras y políticas pueden tener un impacto directo en la capacidad de crecimiento y sostenibilidad de las economías rurales.