La visita a las instalaciones de NOVONESIS en Pilar (Buenos Aires) llega a su fin con un diálogo concluyente junto a Fernando Caeiro, Gerente de Salud Animal para Sudamérica. A lo largo de esta serie de entrevistas, pudimos comprobar cómo la fusión de Christian Hansen —líder en bacterias— con Novozymes —líder en enzimas— está rediseñando el panorama tecnológico tanto en rumiantes como en agricultura y avicultura. En este bloque final, Caeiro comparte los planes de la empresa para consolidar sinergias, profundizar la investigación y reforzar la presencia de sus productos en el mercado local y regional.
Un 2024 de transición, un 2025 de sinergias
Este primer año como NOVONESIS se ha centrado en integrar los equipos que provienen de ambas compañías danesas, a la vez que se mantiene el enfoque en los clientes. Según Caeiro, la prioridad fue lograr un ensamble humano que permitiera compartir conocimientos y coordinar acciones de manera ágil. El resultado ha sido un fuerte sentido de pertenencia:
“Logramos un gran trabajo en equipo. Es la clave para que todo avance. Uno más uno en este caso no es dos; es más de dos.”
– Fernando Caeiro
En 2025, NOVONESIS planea capitalizar esta integración, llevando a la práctica nuevas sinergias entre la línea de nutrición animal, heredada de Christian Hansen, y la división de agro (o Plant Health), procedente de Novozymes. De este modo, se busca ofrecer un portafolio más amplio de soluciones biológicas y de soporte técnico, beneficiando por igual a productores de rumiantes, aves y cultivos en toda Sudamérica.
La relevancia de la investigación y el soporte local
El laboratorio de Pilar, visitado durante esta serie de entrevistas, es pieza fundamental en la estrategia de NOVONESIS. Allí se desarrollan y adaptan tecnologías para la región sudamericana, desde ensayos de compatibilidad con ingredientes locales hasta la recuperación de cepas de probióticos. Esta capacidad de investigación y servicio in situ agiliza la transferencia de conocimiento entre el equipo de Argentina y la casa matriz en Dinamarca.
Caeiro explica que la sinergia entre las áreas de rumiantes y Plant Health implicará un intercambio de métodos de laboratorio, como el recuento de bacilos y la introducción de análisis de levaduras para inoculantes de silo. Así, se potenciará un servicio técnico integral que abarque todas las etapas de la producción agropecuaria, desde el cultivo de forrajes y granos hasta la nutrición animal para rumiantes, cerdos y aves.
Un equipo humano motivado en un escenario de expansión
La motivación y el compromiso del personal son elementos centrales para NOVONESIS. Según Caeiro, la compañía supo preservar el orgullo que cada colaborador sentía por su empresa de origen, canalizando esa energía en una cultura corporativa unificada. Este factor humano es crucial para sostener y acelerar los proyectos en carpeta.
“Lo más importante son los recursos humanos, que están motivados y tienen mucha energía. A eso se le suma un gran soporte técnico y productos líderes en el mercado.”
– Fernando Caeiro
Con la integración de capacidades de Christian Hansen y Novozymes, NOVONESIS está en condiciones de responder a la creciente demanda mundial de alimentos eficientes y responsables con el ambiente. El enfoque en probióticos, inoculantes y enzimas favorece una producción más rentable, con menor uso de antibióticos y optimización del consumo de insumos.
Oportunidades en un mundo que pide más con menos
El contexto global exige soluciones sostenibles que garanticen el acceso a proteína animal de calidad y a cultivos con menor huella ambiental. Para Caeiro, NOVONESIS se posiciona como socio clave del productor, otorgándole herramientas para:
- Mejorar la rentabilidad: al reducir los costos por menor requerimiento de alimento para el mismo rendimiento.
- Aumentar la competitividad: al ofrecer productos diferenciados que responden a las demandas de los consumidores, cada vez más interesados en el bienestar animal y la sustentabilidad.
- Reducir el uso de insumos críticos: disminuyendo o reemplazando los antibióticos por probióticos y mejorando la conversión alimenticia.
Al trasladar estos principios a la producción avícola, los resultados se reflejan en aves más sanas, mayor eficiencia alimentaria y la posibilidad de comunicar valor al consumidor final.