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    Ovobrand: producción y genética de vanguardia

    La experiencia de Ovobrand, reflejada en las palabras de su Gerente de Producción, muestra cómo la combinación de buen manejo, genética de vanguardia y fuertes medidas de bioseguridad se traducen en resultados sobresalientes. Más allá de las cifras de millones de aves y de la mayor producción de huevos del país, el éxito radica en la consistencia: protocolos claros, herramientas tecnológicas adecuadas y un enfoque de mejora continua.

    La experiencia de Ovobrand, tanto en sus buenas prácticas de producción como en el rigor de su bioseguridad, apunta al futuro de la industria. La demanda interna de huevos y productos avícolas se combina con oportunidades de exportación a mercados que exigen estándares cada vez más elevados. En esa senda, las empresas locales deberán adaptarse e invertir para mantenerse competitivas y acceder a nuevos destinos internacionales.

    Ovobrand es un referente que muestra cómo la integración de tecnología, la elección apropiada de genética, la capacitación constante del personal y los protocolos de bioseguridad pueden dar frutos incluso en escalas tan grandes. El resultado es un plantel sano, sin necesidad de usar antibióticos, y con niveles de producción sobresalientes.

    Esta combinación de factores —visión empresarial, dedicación al detalle y búsqueda de la excelencia— demuestra que la avicultura argentina puede sostener un crecimiento sólido y proyectarse cada vez con mayor fuerza en el mercado global.

    urálgico dentro de Ovobrand— es la bioseguridad. Según Caino, mantener a las aves libres de enfermedades representa “el 80% de la garantía de una buena producción”, ya que la sanidad del plantel es determinante para el éxito del negocio.

    • Un enfoque preventivo
      La empresa invierte en protocolos estrictos que abarcan desde el control de vehículos y personas que ingresan al predio hasta la desinfección continua de instalaciones y equipos.

      • Se cuenta con rodiluvios automáticos, bombas de presión y aspersores que permiten una completa desinfección de los vehículos.
      • Todo el personal pasa por vestuarios con duchas y cambia absolutamente toda su ropa (incluyendo medias y prendas interiores) para evitar el ingreso de patógenos al área de producción.
      • El calzado se reemplaza o se desinfecta nuevamente antes de entrar a los galpones, y los empleados siguen protocolos claros de lavado de manos y uso de cofias.
    • Producción libre de antibióticos
      Un elemento diferenciador de Ovobrand es su decisión de producir sin el uso de antibióticos, algo poco frecuente en Argentina. Según Caino, la clave para lograrlo ha sido, precisamente, el cumplimiento estricto de las medidas de bioseguridad y la visión de la gerencia y del directorio de la empresa.

      • Este esquema de producción les permite acceder a mercados exigentes en cuanto a residuos, como Japón, que demandan altos estándares de inocuidad alimentaria.
      • Sostener este tipo de producción requiere de un convencimiento corporativo y del apoyo en infraestructura y protocolos.
    • Protocolos detallados
      Cada proceso, desde la recepción y pesaje de alimento hasta el mantenimiento de un vacío sanitario en galpones desocupados, cuenta con registros y pasos definidos. Así se minimiza la posibilidad de que agentes externos o falta de limpieza adecuada pongan en riesgo la sanidad del plantel.

    • • No es un gasto, es una inversión
    Caino enfatiz