Campo: Los desafíos para el nuevo gobierno

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Definida la disputa electoral y con Alberto Fernández como nuevo presidente a partir del 10 de diciembre próximo, en el campo llegó el momento para unas cuantas preguntas: ¿cuál es la herencia que deja Mauricio Macri en el sector?, ¿qué se puede esperar con el próximo presidente?

Según un informe del Ministerio de Agricultura que conduce Luis Miguel Etchevehere, haber bajado las retenciones y eliminado los Roes (permisos para exportar) llevaron no solo a una expansión de la siembra y de la producción en general, sino que “renovaron el interés de los productores por la actividad”. Todo esto vinculado, además, con el foco en el mercado externo.

Algunos números: la siembra se incrementó de 37.874.500 hectáreas en 2014/15 a 39.366.550 hectáreas en 2018/19. La suba fue cercana al 4%. En paralelo, la cosecha aumentó de 123.074.640 de toneladas en 2014/15 al récord de 147 millones en 2018/19 (el Gobierno incluye el maíz para forraje). El alza se ubicó en el 19,4 por ciento.

En trigo hubo tres cosechas récord seguidas: 18,39 millones de toneladas en 2016/17, 18,5 millones en 2017/18 y 19,4 millones de toneladas en 2018/19. El maíz tuvo dos producciones récord: 49,5 millones de toneladas en 2016/17 y 57 millones de toneladas en 2018/19, según los números del Gobierno. El trigo subió sus ventas al exterior desde 4,2 a 12,03 millones de toneladas (entre 2015 y 2018) y finalizaría 2019 con más de 10 millones. El maíz creció en exportaciones desde 16,7 a 23,2 millones de toneladas (entre 2015 y 2018) y cerraría 2019 con 37 millones.

Por el lado de la carne vacuna, las ventas al exterior, sin trabas, subieron de 198.687 toneladas res con hueso en 2015 a 790.000 toneladas que espera el Gobierno cierre 2019. Todo el sector bovino (carnes, cueros y lácteos) pasó de exportar por US$2851 millones a un valor de 3938 millones de dólares.

El gobierno concretó más de 217 aperturas y reaperturas de mercados (incluyendo el mercado de China). “El gobierno del presidente Macri deja un campo en marcha, una agroindustria que muestra índices de crecimiento, y por sobre todo, un sector que volvió a tener confianza a partir de políticas públicas que permitieron incrementar la inversión, crear empleo y consolidar el arraigo en la gente del campo”, dijo Etchevehere.

“Las economías regionales también mostraron síntomas de recuperación, como los vinos, los limones, el maní con una exportaciones récord en 2018; los cítricos, la miel, las cerezas y los arándanos con el horizonte de exportación que permitirá un crecimiento sostenido en los próximos años”, agregó.

Para Santiago del Solar, jefe de Gabinete de la cartera agrícola, el Gobierno “generó las condiciones para que el campo pueda despegar sus capacidades”. Admitió que la macroeconomía no ayudó en algún tramo del mandato. Y remarcó que así cómo hubo una primera ola de exportación de proteína con la soja, ahora viene la segunda con las carnes. “Es inmensa, tenemos todo, la tecnología, el know how, la soja, el maíz, los mercados. Con buen financiamiento la exportación va a crecer mucho más”, apuntó.

¿Qué dicen en el sector privado? Gustavo Oliverio, de la Fundación Producir Conservando, ponderó el avance de la cosecha, la mejora en la rotación de cultivos y en las exportaciones de carne, entre otros rubros. Sin embargo, advirtió sobre la producción lechera: “En lácteos estamos estancados en la producción total en los últimos 20 años y no se registraron cambios significativos”.

Para Oliverio, no obstante, viendo la foto más amplia del agro “en general el comercio exterior volvió a ser relevante para el país y la agroindustria. La apertura de mercados y búsqueda de acuerdos comerciales con otros bloques (como UE-Mercosur) y países es un cambio importante que se generó y sin dudas ese es el camino a seguir”.

Pensando en lo que pueda venir, para Oliverio “hay que esperar que se ponga en marcha un plan económico que estabilice la macroeconomía y ver las nuevas reglas de juego. Esto es, presión fiscal real, nuevos precios relativos (insumo/producto), competitividad de distintas actividades productivas y visión del comercio exterior que tenga la nueva administración para el futuro”.

El consultor Teo Zorraquín valoró del Gobierno de Macri el reconocimiento que tuvo con el sector, la baja de retenciones, la quita de Roes, la apertura de mercados, la simplificación de trámites, las inversiones en rutas y en el Belgrano Cargas, entre otras. Pero le anotó entre lo pendiente no haber sacado la ley de semillas, no generar un seguro climático que reemplace a las emergencias agropecuarias, el encarecimiento del crédito, haber vuelto a las retenciones.

Para Zorraquín, lo que viene “es una incógnita” y sería “casi seguro” un aumento de retenciones.

“La duda es si el gobierno entrante se va a parecer más al primer kirchnerismo (2003-2007) o al último (2011-2015). O si incluso no tendrá algunas políticas de continuidad con lo que hizo el gobierno actual, aunque no lo reconozcan. Dudas sobre cuál va a ser la relación con el sector productivo, cuáles van a ser los socios comerciales del mundo que se busquen y cómo manejarán la tensión entre la exportación y la mesa de los argentinos”, indicó.

En opinión de Horacio Busanello, consultor, Macri “liberó el potencial del campo y de la agroindustria” y tuvo una “clara inserción en el mundo”. En el tintero le quedan las leyes de semillas y de agroquímicos y el impacto que tuvo el encarecimiento del crédito.

En cuanto a la administración de Fernández, Busanello analizó: “El sector enfrenta una gran incertidumbre y está adoptando una posición de “wait and see” (esperar a ver que pasa) aunque se espera una gran siembra y otra cosecha en el orden de 140 millones de toneladas de toneladas. Está minimizando la inversión en general y el uso de tecnología en particular. Ya tiene un tipo de cambio penalizado por la aplicación de retenciones diferenciadas por cultivos y ve que la brecha versus el dólar blue se hace cada vez más grande. Es esperable que esta situación se mantenga en el inicio de la próxima administración ya que no hay muchas opciones”.

Certezas que se buscan en el sector

“Los comentarios que hicieron Felipe Sola (sobre una junta de granos), Juan Grabois (respecto de expropiar tierras) y algunas personas más de su entorno (por Alberto Fernández) pueden hacer pensar a parte de los productores que vuelven los cortocircuitos a la relación campo-gobierno. Personalmente creo que no están dadas las condiciones para romper la relación. Al revés, creo que hay que seguir fomentando el crecimiento”, señaló Guillermo Villagra, socio de Openagro.

Según AZ Group, del nuevo Gobierno se demanda un mantenimiento del libre mercado y sin intervención, continuar con la simplificación de trámites y reducir la presión impositiva. “Mientras estos comportamientos no se hagan públicos, los productores están trabajando con esquemas defensivos, cautelosos, cuidando los costos, porque no tienen certeza de que se concrete el escenario deseado”, indicó AZ Group.

Para Sebastián Gavaldá, de Globaltecnos, respecto del nuevo gobierno “al productor le gustaría que estabilice las variables macro de la economía y que mantenga los espacios de diálogo público privados”.

Agregó que “puede esperar medidas económicas que produzcan cambios de los precios relativos, los cuales generan desequilibrios de corto plazo. Si no hubiera espacios de diálogo que construyan sistemas de soporte o alivio, se transformarán en problemas de mediano a largo plazo”.

De 2015 a 2019

53 millones. Este año el stock bovino a nivel país alcanzó los 53,94 millones de cabezas, el mayor rodeo en una década. En 2010, en medio de las intervenciones sobre la ganadería, el stock había caído a los 48,9 millonesde cabezas.

19,1 millones de hectáreas. Representó en 2018/2019 la siembra de todos los cereales, contra 19,01 millones de los granos oleaginosos. En 2014/2015 fue 15,1 millonesde hectáreas para cereales y y 21,37 millones para oleaginosos.

50,1%. Aumentaron las exportaciones del complejo cerealero entre 2015 y 2018. Pasaron de 5399 millones de dólares a un valor de US$8145 millones. En tanto, el complejo oleaginoso bajó de 20.174 millones a US$16.680 millones.

46,3%. Se incrementaron las ventas al exterior del complejo pesquero entre 2015 y 2018. Las exportaciones de esta actividad lograron trepar de 1468 millones de dólares a un valor de 2148 millonesde dólares.

7,8%. Ese fue el incremento que registraron las exportaciones correspondientes al sector frutícola.Según los datos oficiales,aumentaron de 2396 millonesde dólares a un nivelde 2582 millones de dólares.

Por: Fernando Bertello / Lanacion.com