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    Laringotraqueitis: Importancia del diagnóstico, control y prevención

    La laringotraqueítis (LT) es una enfermedad infecciona viral que afecta a pollos y gallinas comerciales, faisanes y pavorreales causada por un herpervirus caracterizada por inflamación hemorrágica catarral o fibrinosa del tracto respiratorio. Se manifiesta en forma laringotraqueal y conjuntival.

    Entrevistamos a Diego Delgado -Servicios veterinarios Ceva Salud Animal – quien nos contó todo sobre lo relacionado a la enfermedad sumado al trabajo que hace CEVA con la línea Vectormune

    El virus que causa la laringotraqueitis aviar está determinado taxonómicamente como Gallid herpesvirus 1 (GaHV-1) (Roizman, 1996). El GaHV-1 es miembro de la familia Herpesviridae, subfamilia Alphaherpesvirinae, genero Iltovirus, y tiene las características morfológicas específicas de su familia: envoltura, 162 capsomeros, y un tamaño de 125 a 200 nm. Las cepas de campo del GaHV-1 varían de altamente virulentas, las cuales provocan alta morbilidad y mortalidad, a cepas de poca virulencia, las cuales producen una infección leve o no detectable.

    Su ácido nucleico es el DNA. Al igual que en los herpes virus, las glicoproteínas son los inmunógenos principales, responsables de la estimulación de las respuestas inmunes mediadas por células o humorales (Hidalgo, 2003).

    El virus de la LT es relativamente resistente. En la tráquea de un ave muerta puede sobrevivir de 24 a 48 horas en un ambiente a 37 grados, a temperatura ambiente, y durante varios días (5 a 6), 3 días en heces, y de 3 a 20 días en cama profunda. En carne congelada puede sobrevivir de 1 a 2 años, y en estado liofilizado más de 13 años.

    El calor, la luz, la putrefacción y los limpiadores comunes (formalina, hidróxido de sodio, cresol, etc.) matan el virus rápidamente. La replicación del virus ocurre en el epitelio de la mucosa del tracto respiratorio superior (laringe, tráquea, cavidad oral y nasal, conjuntiva). La transcripción y replicación del DNA viral se lleva a cabo en el núcleo.

    Las nucleocápsides del DNA adquieren una envoltura migrando a través de la lámina interior de la membrana nuclear. Posteriormente, las partículas con envoltura migran a través del retículo endoplásmico y se acumulan en las vacuolas del citoplasma.

    La liberación de los virus con envoltura ocurre mediante lisis celular o lisis de la membrana de la vacuola y exocitosis. La presencia del virus en los sitios de predilección resulta en una hemorragia catarral de la mucosa con edema inflamatorio intracelular, el cual resulta en una descamación catarral. Frecuentemente se observa alguna infección secundaria (E. coli, St. aureus, M. gallisepticum etc.), la cual normalmente provoca la aparición de un exudado fibrinoso caseoso. El agente que provoca la infección normalmente persiste en el tejido de la tráquea, y las secreciones persisten durante 6 a 8 días, periodo durante el cual el virus es excretado al ambiente.

    Una de las principales características del virus de Laringrotraqueitis es su persistencia en forma latente clínicamente asintomática (portadores crónicos), con reactivación periódica y nueva difusión viral en la granja.

    Epidemiología del virus

    Las aves comerciales son las más, comúnmente, afectadas. También se han reportado casos de LT en faisanes (Crawshaw & Boycott, 1982), lesiones inducidas en pavos, y el aislamiento del virus a partir de la tráquea de pavorreal Tanto las aves en remisión como las enfermas pueden actuar como fuentes de la infección.

    Las aves que se recuperan de la LT pueden actuar como huéspedes reservorios durante 12 a 24 meses más. Las aves de traspatio posiblemente también sean huéspedes reservorios. La LT puede afectar aves de todas las edades, aunque los signos clínicos más pronunciados se observan en aves adultas (Guy & García, 2008).

    Clínicamente, la enfermedad se observa de manera más común entre las edades de 5 y 12 meses. Tanto las aves en remisión como las enfermas pueden actuar como fuentes de la infección. Ésta puede permanecer latente, siendo el principal sitio de latencia es el ganglio trigémino. También se ha reportado la re-excreción del GaHV-1 de las aves infectadas que quedan latentes después de haber sido sometidos a estrés por el movimiento de la parvada a nuevas instalaciones antes de que comience la producción de huevo (Hughes et al., 1989).

    La infección puede ser introducida a la granja mediante agua contaminada, alimento, equipos, personal, etc., los cuales se contaminan de manera pasiva mediante las excretas de aves clínicamente enfermas. Se ha publicado evidencia del papel de los sistemas de ventilación y el viento como vectores en la transmisión de la LT.

    Otros vectores que propagan la infección entre las instalaciones de una granja son los perros, las ratas e incluso otras aves (cuervos). Se cree que también el escarabajo negro (Alphitobius diaperinus) disemina el GaHV-1. Malas condiciones de higiene, sobrepoblación, variaciones extremas en la temperatura, un aumento en la humedad, ventilación inadecuada, una dieta mal balanceada (especialmente durante el pico de la producción de huevo), y el estrés también se han mencionado como factores predisponentes para la presentación de la LT. La infección se transmite por vía respiratoria y digestiva. También es posible la transmisión intraconjuntival.

    No existe evidencia de la transmisión del virus por medio del huevo o los cascarones de aves infectadas. Los pollitos recién nacidos están libres del virus. Donde la enfermedad es enzootia, se observa cierta estacionalidad, la cual puede ser atribuida a las aves recuperadas que son portadoras a largo plazo y a la relativamente alta resistencia del agente etiológico.

    Un factor importante a este respecto es la posibilidad de una infección latente, la cual permite una reactivación y excreción periódica del virus (Bagust et al., 2000)

    Granjas que presentan desafíos descontrolados de Bronquitis infecciosa y Mycoplasma gallisepticum tienen mayor dificultad para controlar la LTI

    Sintomatología clínica y Lesiones

    El período de incubación de la infección por Laringotraqueitis es de 6 a 12 días. Clínicamente, la LT ocurre en formas laringotraqueal y conjuntival. Forma laringotraqueal: Puede ser leve con tasas de mortalidad muy bajas (0.1% – 2.0%), o severa, la cual se caracteriza por una alta morbilidad (90 – 100%), y tasas de mortalidad entre 5 y 70%, con un promedio del 10 al 20%.

    Clínicamente, la forma laringotraqueal se manifiesta por episodios de disnea, dificultad para respirar y estertores (ver foto 1). Normalmente, las aves estiran mucho la cabeza y el cuello hacia adelante y hacia arriba cuando inhalan aire.

    Normalmente se encuentra una secreción serosa hemorrágica fresca o seca alrededor de las fosas nasal. En la etapa inicial, la mucosa laringotraqueal se encuentra hiperemia, con hemorragias difusas y el lumen contiene cantidades variadas de un exudado catarral hemorrágico (ver foto 2).

    Dentro de la tráquea pueden observarse coágulos de sangre (ver foto 3). En etapas avanzadas de la enfermedad, el exudado en la laringe y la tráquea se vuelve hemorrágico catarral, se coagula y forma cilindros y topones caseosos causando obstrucción total de las vías respiratorias (ver fotos 4 y 5). Forma conjuntival: se observa una secreción ocular y nasal, y de manera más común una conjuntivitis catarral o catarral purulenta. Se puede complicar con otras infecciones y se observa edema de los senos infra orbitales (ver fotos 6 y 7).

    Diagnóstico Diferencial

    La LT deberá diferenciarse de otras enfermedades aviares que se manifiestan con signos y lesiones respiratorias como: bronquitis infecciosa, coriza infecciosa, síndrome de la cabeza hinchada, viruela aviar, enfermedad respiratoria crónica e influenza aviar

    Prevención y control

    Se debe seguir un correcto programa de Bioseguridad (estructural, conceptual y operativa) dentro de las granjas (pollos y gallinas ponedoras y reproductoras) y un correcto plan vacunal para prevenir la enfermedad.

    Para el caso de pollos de engorde, debido a su corto ciclo de vida, la vacunación en planta de incubación será fundamental, mientras que para las aves de vida larga lo será tanto en planta de incubación como en granjas de recría. No existe un programa vacunal universal para ponedoras comerciales.

    Antes de diagramar un plan de vacunación de debe tener en cuenta todo lo siguiente:

    • presión de infección o desafío en la granja
    • edad o momento (estación) de los planteles
    • desafíos contra otras enfermedades respiratorias (Bronquitis, Mico plasma, TRT etc.)
    • combinación de vacunas evitando muchos agarres de las aves
    • calidad de aplicación de las vacunas, monitoreo de procedimientos de vacunas y control
    • interferencia entre vacunas
    • epidemiológica de la zona
    • proximidad entre empresas y planes vacunales
    • complejos multiedad

    Las vacunas vectorizadas contra laringotraqueitis son una herramienta, segura y eficaz, para su prevención y control. Ceva Salud Animal cuenta, dentro de su programa “MENOS ES MÁS”, con vacunas vectorizadas en Marek (rHVT LT) y en viruela (rPF LT) que se adaptan a cualquier programa vacunal de ponedoras y ante cualquier tipo de desafío contra larigotraqueitis infecciosa.

    Vectormune LT, Vectormune FP LT y Vectormune FP LT AE son vacunas vectorizadas que Ceva Salud Animal brinda para poder controlar la ILT en granja, desde la planta de incubación. Esta tecnología en vacunas induce una protección adecuada en sus diferentes combinaciones.

    Dependiendo de la epidemiologia de la granja, el desafío temprano o tardío (entre otras variables) Ceva Salud Animal brinda diferentes estrategias que se adaptan a cada programa.

    Estas vacunas presentan muchas ventajas en relación a las vacunas vivas: pueden combinarse en planta de incubación sin generar interferencia (incluso contar Gumboro), con su uso no se manipulan virus vivos vacunales dentro de la granja, no revierten y no causan reacciones post vacunales.

    Como se mencionó anteriormente, los programas de vacunación dependen de muchas variables (técnicas, epidemiológicas, operativas, combinación de vacunas contra las demás enfermedades, desafíos precoces, entre tantas otras).

    No sólo es importante utilizar vacunas de calidad sino también monitorear los procedimientos de vacunación. Desde Ceva Salud Animal, contamos con dos programas: C.H.I.C.K. Program (para planta de incubación) y EGGS Program (para granja).

    Mediante estos dos programas se brinda capacitación y monitoreo permanente a los operaros en todos los procedimientos de vacunación, de esta manera se garantiza que la vacuna este bien aplicada.

    Se debe tener siempre presente que vacunar no es sinónimo de protección, el verdadero objetivo de la vacunación es inmunizar a las aves para evitar que se enfermen y para ello es fundamental optimizar los procedimientos de vacunación, sino tendremos animales vacunados, pero no Protegidos (inmunizados) y eso llevará a una salsa sensación de seguridad y sus consecuencias productivas.

    Autor: Diego Delgado, Servicios Veterinarios para Ceva Salud Animal Cono Sur