En el espacio Cladan, Federico Vienny, médico veterinario del equipo de Porcicultura, explica cómo se puede alcanzar la eficiencia en un contexto de incertidumbre de precios de insumos. El especialista advirtió que, en general, la variable de ajuste es el precio del capón y que es necesario usar los recursos de la mejor manera posible.
El consumo de carne vacuna cayó como consecuencia de un aumento de los precios, lo que desencadena un descenso en la demanda, que se vuelca a la carne aviar y porcina, fundamentalmente. En ese contexto, realizar los cálculos en los costos de producción puede resultar un gran desafío para los productores locales, ya que actualmente lo que prevalece es la falta de previsibilidad. Es por ello que resulta necesario tener en cuenta una serie de variables que, según el criterio Federico Vienny, médico veterinario, técnico comercial del Equipo de Porcicultura de Cladan, Nutrición y Salud Animal, pueden ser o no alteradas.
“Estamos atravesando mucha turbulencia en cuanto a costos de producción y me imagino que tanto soja como maíz es tan costoso para el que hace cerdos, como pollos o ganado vacuno”, indicó y agregó que “lo que te mata es la incertidumbre, porque no sabes cuál va a ser el valor del maíz, si van a subir o no las retenciones, o si van a cerrar las exportaciones”.
“Es muy difícil ponerse hoy en los zapatos de un productor con este nivel de incertidumbre. Hay algunos que directamente no tienen maíz, tienen que salir a comprarlo y ya no saben lo que van a pagar”, subrayó.
“Hay cosas que, tranqueras afuera, no podemos modificar como el precio de los commodities”, sin embargo advirtió que puertas adentro de la granja existen otras alternativas y es necesario ser lo más eficiente posible, tratando de generar la mayor cantidad de kilos por hembra por año. “El costo de un capón se conforma -de forma grosera- en dos partes: el nutricional (maíz, soja, premezcla) y los extranutricionales (energía, combustibles, personal, medicación, sueldos, movilidad, etc), “si vos hacés un capón de 120 kg en lugar de 100 kg, se te diluye automáticamente el costo extranutricional, porque el costo fijo siempre es el mismo”.
Para Vienny, usar los recursos de la mejor manera posible es la clave. Para esto es necesario “mezclar bien el maíz, molerlo correctamente, respetar los presupuestos de alimentos, regular los comederos para no perder comida…Cada punto nos va a ayudar a ser lo más eficiente posible y perder menos plata” y, como ejemplo de esto, dijo que “hay recursos como las enzimas, que me permiten bajar a un nivel de soja en la dieta”.
Por otro lado advirtió además que “existe un problema de escala. Un productor grande, integrado con una cadena, tiene una capacidad diferente a la de un productor mediano/chico que se tiene que defender de otra manera”. En este sentido, subrayó la importancia de las asociaciones de productores “a veces cuesta lograr una unión pero siempre sirve”.
“La variable de ajuste es el precio del capón, lamentablemente. Hay un restraso en el precio y el consumo no despierta”, sentenció.