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    Angus, la raza carnicera que lidera la ganadería nacional

    Los relevamientos de hacienda del Mercado de Liniers indican que su presencia supera el 70 por ciento. Además de poblar las zonas ganaderas tradicionales, también se expande en la región patagónica. Hay un biotipo nacional definido, aceptado por los criadores y reconocido en el mundo. La Asociación Argentina de Angus celebra un siglo de vida y prepara una megaexposición que incluye una competencia inédita.

    Los Angus parecen multiplicarse en los campos argentinos. Rumiando en la región ganadera tradicional del centro del país, con epicentro en la cuenca deprimida del Salado bonaerense, en la aridez de La Pampa y San Luis, en el sur del litoral y ahora también más allá del río Colorado, bien adentro de la extensa Patagonia, donde hasta hace unos años sólo se veían sus primos Hereford. Es así: los mochos negros (y también colorados) han conquistado esas latitudes gracias a su adaptabilidad. En rigor, en su origen en los condados escoceses surgieron como una raza apta para producir buena carne en un clima nada benigno.

    “El Angus se está instalando fuerte en la Patagonia, donde el Hereford tuvo presencia mayoritaria. La raza sola se va imponiendo por sus virtudes. No es una competencia sino elección de los criadores, que ven cómo pueden mejorar su negocio. Sin dudas con el Angus mejora su negocio y por eso lo van eligiendo”. Lo dice el ingeniero agrónomo Alfonso Bustillo, presidente de la Asociación Argentina de Angus y criador de la raza con largos años de trayectoria, en una charla con Cátedra Avícola y Agropecuaria.

    “La raza tiene virtudes enormes, lo que hace que cada vez crezca más en todos lados”, apunta Bustillo, al tiempo que destaca que a la expansión en las zonas ganaderas argentinas se suma una suerte de explosión en el territorio uruguayo. “Le da al ganadero todo lo que necesita para que su negocio se maximice”, enfatiza y detalla las principales características del Angus: habilidad materna en las hembras para la cría de sus terneros, facilidad de parto, crecimiento, calidad de carne, sanidad, adaptación al medio. Cualquier criador destaca la fertilidad y habilidad materna de las vacas negras. La propia historia de la raza les da la razón: el número uno en el Herd Book inglés, registro de los animales puros, corresponde a una tal Old Grannie, vaca que vivió 35 años y parió 25 terneros, el último a sus 29 años de edad. Leyenda o record del Libro Guinness, en este caso la fertilidad no se puede discutir.

    El crecimiento de Angus en el rodeo nacional es un hecho. En los relevamientos de hacienda del Mercado de Liniers, la presencia de animales Angus puros y sus cruzas alcanza al 75 por ciento. Es una cifra contundente. Y el desarrollo de la raza también se observa en datos estadísticos del período 2009-2019 de la propia Asociación: los animales registrados por año aumentaron en un 74 por ciento (63.000 en 2009, 110.000 en 2019) y los reproductores incorporados al reconocido programa de evaluación denominado ERA, en un 80 por ciento (de 310.000 a 561.000; hoy son 600.000).

    La genética y el trabajo de los criadores de Angus a lo largo de los años ha dado sus frutos. Hay modelo argentino. “El Angus tiene un modelo definido: es un animal medio, que le toca trabajar en zonas difíciles, donde la agricultura va amontonando las vacas en los peores lugares. El biotipo que se adapte a esas circunstancias y sea eficiente es el que se está definiendo y el biotipo argentino, en esas circunstancias, está absolutamente definido”, explica Bustillo.

    Modelo de exportación

    Lo cierto es que el Angus argentino también trascendió las fronteras. A partir del Foro Mundial de la raza realizado en 2009 en Canadá, que incluyó una competencia de embriones entre los países participantes del evento, la genética Angus nacional ingresó al país anfitrión y, desde allí, llegó a Estados Unidos. Se podría decir que conquistó el norte. Años más tarde, mediante acuerdos técnicos, esa genética también encontró lugar en China y en España. Asimismo, es fluido el intercambio entre las cabañas más prestigiosas de nuestro país con sus pares de Brasil o Uruguay, por citar destinos de la región.

    Entonces, la pregunta se impone: ¿se puede pensar en un toro Angus argentino padre en rodeos de otros lugares del mundo? “Estamos compitiendo de igual a igual en el mundo Angus. En la posibilidad de elegir genética, Argentina está a la altura de lo mejor del mundo”, asegura Bustillo.

    En tren de expandir el Angus nacional en el globo, vale destacar que la Asociación es pionera en certificar y exportar carne de la raza. En la actualidad, la Carne Angus Certificada se vende y comercializa en Estados Unidos, el bloque europeo, Chile y otros 18 países. “El año pasado llegamos a las 3.000 toneladas exportadas, somos la única Asociación que pudo cumplir la Cuota Hilton con Carne Angus Certificada”, comenta Bustillo, y anuncia que la entidad tampoco descuidará el mercado doméstico, ya que “hay un nicho de consumidores que quieren nuestra carne Angus certificada, por eso estamos delineando una estrategia específica y haciendo un estudio del mercado, estamos en pleno trabajo”.

    Festejos por el Centenario

    La foto actual de plena expansión en los campos nacionales forma parte del largometraje de la Asociación Argentina de Angus, institución que cumplió nada menos que un siglo de vida activa y se prepara para festejar a lo grande, después de una larga postergación obligada por pandemia, con una megaexposición y diversas actividades durante una semana completa del próximo mes.

    En efecto, del 21 al 28 de mayo, alternando escenarios en el nuevo Mercado Agroganadero de Cañuelas y en los pabellones del predio de Palermo, habrá un concurso de novillos; remates de invernada y cría a cargo de distintas firmas consignatarias, incluso para criadores del sur del país; competencias de tríos de animales de pedigree en la tradicional pista central palermitana y, por primera vez en la historia de la raza, una exposición de hembras puras controladas. Y el evento de oro: la exposición de ejemplares machos y hembras, de distintas categorías, negros y colorados, por separado, y su jura con la respectiva elección de gran campeón en cada sexo. O sea, habrá dos grandes campeones negros y dos grandes campeones colorados. Esos cuatro animales luego competirán entre sí por el preciado título de Gran Campeón y Gran Campeona del Centenario. Un pergamino para la historia.