Según el dirigente agropecuario, el tractorazo que se realizó el 23 de abril último a plaza de mayo generó “por un lado es una sensación muy linda por la fuerza del reclamo, pero si mirabas a los costados, veías chacareros de todo el país que tendrían que haber estado trabajando en el campo, levantando la cosecha, produciendo alimentos. En lugar de eso, estaban a más de 1000 kilometros de su campo pidiendo que respeten la Constitución para trabajar libremente y que los dejen generar más divisas para el Estado”. “Si lo analizas es una locura, pero por otro lado me pone muy contento que el campo, el productor, esté presente en la plaza”, dijo.
Respecto de la presión impositiva que sufre el sector, el ruralista dijo que “en este país es imposible producir, invertir o tener una PyME. No podes tener empleados en blanco porque pierden el plan si los blanqueas, en negro tampoco pueden trabajar. Se torna extremadamente difícil”, aseguró. “Pareciera que todas las decisiones que toma el Gobierno son para que nosotros produzcamos con menos tecnología, tengamos menos rendimiento y eso deriva en menos ingresos y, obviamente menos divisas”. dijo.
Respecto de la ausencia de la Mesa de Enlace en la protesta, Battig dijo que “la excusa que pusieron es muy pobre. Ellos dijeron que no querían politizar la movilización, pero creo que los dirigentes agropecuarios tienen que hacer lo que piden sus bases. Soy dirigente agropecuario y como tal respondo a mis bases, que querían hacer esta movilización porque piensan que el diálogo político está agotado”, afirmó. El dirigente se lamentó al decir que “las 4 entidades no la supieron interpretar. Nosotros, como dirigentes agropecuarios, tenemos que responder, luchar y obrar por nuestras bases. Falta unión, no nos damos cuenta que si vamos todos juntos, la fuerza es mayor. Debería haber más diálogo para obtener resultados contundentes”, dijo
Por último, Battig dijo que para el Estado “somos socios solamente en la ganancia, pero en la pérdida se olvidan del pequeño y del mediano productor. Están hablando de una renta inesperada que no sabemos a quién se la van a cobrar. ¿Por qué no hablamos también de la sequía insesperada, el granizo inesperado o la helada inesperada? La falta de insumos, los incendios, la falta de gasoil. ¿Dónde está el Estado en esos momentos? “