Al respecto, Ricardo Bartosik, gestor del Programa de Pro Granos, dijo que “nos permite trabajar a una escala que después podamos trasladar al sector productivo”. El especialista en poscosecha contó que para el proyecto se acondicionó una instalación que estaba obsoleta y en desuso, “de a poco la fuimos acomodando , cambiando techos, arreglando paredes, actualizando la instalación eléctrica para dar paso a esta iniciativa que nos va a hacer una diferencia a todos los que trabajamos en poscosecha, porque será un paso intermedio entre el laboratorio y la vida real. En el laboratorio uno puede hacer muchas cosas, pero saltar a la vida real implica un montón de problemas y complicaciones que la planta piloto nos permite ver”.
“La capacitación es un tema fundamental. En Argentina tenemos una extensión muy grande de cultivos, hay más de 4000 plantas de acopio y es necesario capacitar a las personas que trabajan en ellas”, resaltó.
La planta tiene capacidad para recibir y almacenar mercadería a granel, tiene una batería de silos de unas 6 toneladas y cinta transportadora para hacer carga y descarga. Además, cuenta con big bag para cargar granos especiales. “También podemos trabajar con atmósfera modificada para controlar plagas sin el uso de fitosanitarios. Es una tecnología que estamos desarrollando y la planta piloto nos permite afinar todos los detalles”, puntualizó Bartosik. “Tenemos capacidad de hacer ensayos de secado y almacenamiento a diferentes condiciones de temperatura y humedad. Trabajamos desde maní o garbanzos a productos orgánicos”, indicó.
“El progranos es un programa de capacitación a distancia sobre poscosecha, donde ofrecemos cursos a distancia. Hoy tenemos 5 cursos virtuales en donde capacitamos gente de todo el país y Latinoamérica. Con la planta complementamos la capacitación a distancia”, aseguró.