“Los problemas micotóxicos se dan en diferentes momentos del año. Normalmente, a partir de noviembre y hasta mayo/abril en los stocks de maíz del año anterior, que están guardados en silobolsas o en sitios que no tienen las mejores condiciones de limpieza e inocuidad adecuadas”, indicó el experto.
“Cuando llega la cosecha nueva, pensamos en que algo va a mejorar porque llegan los maíces bien secos con todo su contenido de almidón, proteína y aceite. Sin embargo, este año estamos viendo que con la cosecha nueva tuvimos diferentes situaciones en cada región, respecto del agua”, alertó Pla. Así, el especialista en nutrición animal recordó que “tuvimos situaciones de sequía, abundante agua y zonas en donde llovió normalmente, por lo que tuvimos plantas que sufrieron estrés hídrico por exceso o falta de agua.
Eso nos demuestra que la partida no es homogénea, por lo que encontramos altos niveles de micotoxinas de diferentes tipos”. De esta manera, el experto sugirió “tomar medidas precautorias, hacer controles sistemáticos de lo que estamos utilizando y de lo que tenemos en stock, para no encontrarnos luego con situaciones como las de años anteriores”.
En este sentido, Pla indicó que “hay estrategias preventivas y otras de acción para cuando hacemos el alimento. Si el productor produce y guarda su propio cereal, recomendamos hacer una pre limpieza antes y un tratamiento con antifúnguicos para matar el hongo. En todas las especies hay categorías de animales que son más sensibles a las micotoxinas, entonces siempre nos vamos a inclinar a tomar medidas precautorias”, concluyó.