El gerente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), Carlos Sinesi aseguró que 2022 fue un año bueno respecto de la producción, precios y exportaciones. “En el 2022 hubo una recuperación de entre el 2% y 3% – algo parecido a lo que se vio en el 2021-, pero fundamentalmente fue muy estable en lo que se refiere a producción, precios y exportaciones”. En cuanto al consumo, el ejecutivo dijo que “se mantuvo a pesar de que el poder adquisitivo haya caído en algunos sectores pero, como siempre decimos, el pollo siempre está en la mesa de los argentinos y hoy casi equipara a la carne vacuna”. “Este aumento, que representa casi $750 millones de pesos por SENASA, más lo que se faena a nivel provincial, está manteniendo ese crecimiento demográfico que tiene la Argentina con los números que dio el último censo”. En tanto, indicó que a nivel mundial, “los grandes países productores tampoco han crecido” y que se mantienen los consumos, como en Brasil. “Es decir, nos mantenemos en la misma sintonía con los grandes productores”, destacó.
Luego se refirió a cómo cambió la forma de consumir pollo en los últimos años y apuntó así a que las empresas “se acostumbraron a ofrecer distintos productos. Hoy hay una gama de productos muy variable en la góndola, esto produce que se expanda el universo de productos y creo que el cerdo está llegando también a esa situación. Sabemos que en la Argentina el consumo de las tres carnes principales es de suma cero, pero hoy va a ser muy difícil que cambie esa distribución. Actualmente estamos en los 110 y 120 kilos (de consumo per cápita) y es un número muy amplio si se compara con el resto de los países”.
Sinesi hizo hincapié también los próximos pasos que debe dar la avicultura para que se consolide el consumo de pollo. Así, indicó que la presentación del producto en góndola es tan importante como el proceso de producción y su valor. “El pollo no solo tiene que ser atractivo por su precio, sino que también tiene que entrar por los ojos, entonces cuando uno ve una buena presentación, con un buen packaging, dan ganas de comprarlo. Ese es un debe en el que nos tenemos que centrar en los próximos años para que el consumidor no solo compre por precios sino porque es lindo a la vista. Incluso, si vas a la pollería y lo ves bien presentado, lo compras”, destacó. En este mismo sentido, dijo que “hay que ir paso a paso para ir mejorando esas cosas, que son fundamentales y que a la gente le interesa cada vez más. Como así también qué está comiendo, cómo se produjo y si se hizo de forma sustentable”.