La sociedad global golpeada aún por el efecto pandémico del COVID, debe estar en alerta ante una posible pandemia de gripe aviar humana. Y el organismo que alertó sobre el tema hace unas semanas atrás fue la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) que valoró al momento actual como de un riesgo bajo, pero no descartó un futuro escenario de emergencia sanitaria mundial.
De nuevo resuenan las lecciones aprendidas frente al COVID, y la OMS esta vez, claramente, ejerció una lógica reactiva y anticipatoria como le corresponde a la más importante autoridad sanitaria global, y para no repetir los errores cometidos en la última pandemia por el virus SARS-COV-2. Ahora bien, hay diferencias marcadas entre la pandemia que aún perdura y la eventualidad en humanos que puede desatar la gripe aviar: esta vez el virus no es desconocido; tiene nombre y apellido, es el H5N1. El ingreso y la expansión de este virus en los países en general y en la Argentina en particular es muy difícil de controlar porque ocurre debido a la migración de las aves.
Sin embargo en el globo existen dos epicentros donde habita casi de manera epidémica la gripe aviar, Estados Unidos y varios países centroeuropeos. Si a esto le sumamos, las rutas migratorias que vienen del norte de este continente. En la región, se confirmaron en México, Panamá, Colombia, Perú, Bolivia, Chile y Uruguay.
La influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP, la registrada en Argentina) es una enfermedad de alto impacto en la producción avícola que afecta tanto a las aves de corral (gallinas, gallos, pollos, patos, pavos y gansos) como a las aves silvestres y domésticas. El virus H5N1 no ingresa al organismo a través del consumo de aves ni huevos de gallina, solo una manipulación de las aves sin cuidado, ni protección puede llegar a infectar a humanos.
Una batería de preguntas se multiplican: ¿Se debe implementar una estrategia de vacunación masiva para frenar la circulación y la virulencia del virus H5N1? ¿A qué animales? ¿Cuándo? Se suma un interrogante medular del tema y que lo propulsa el brote actual de gripe aviar: ¿por qué no se diseña una estrategia de vacunación masiva global para frenar el virus en los animales? Infobae consultó al médico veterinario Lucas Sara (MN 14431), a cargo del área de servicios veterinarios y unidad avícola de Ceva Salud Animal Cono Sur, una biofarmacéutica de origen francés especializada en vacunas contra la influenza aviar a escala global.
Un brote sin precedentes
El brote global de gripe aviar H5N1 ha alcanzado en los últimos meses una cifra de casos récord en Europa y ya se ha expandido por, al menos, 16 países de América. Desde octubre de 2021, este brote sin precedentes en diferentes regiones del mundo, abarca nuevas áreas geográficas y causa impactos devastadores en la salud y el bienestar de los animales, alertó en su último comunicado la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).
Si bien afecta principalmente a las aves de corral y silvestres, recientes casos de influencia aviar H5N1 en mamíferos, tanto terrestres como acuáticos, sentaron precedente para que la OMSA alertara sobre la posibilidad de que el virus pueda adaptarse mejor a los mamíferos y dar un salto al hombre y a otros animales.
Aunque todavía el riesgo de transmisión a personas es bajo, desde 2003 se han registrado 868 casos humanos confirmados de influenza aviar y 457 muertes en 21 países, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“La situación epidemiológica cambió, básicamente por que el virus de la influenza aviar evolucionó y cambió su comportamiento, adquiriendo más virulencia, por eso la cepa que hoy circula es de alta patogenicidad. La primera manifestación de este cambio es en la capacidad que tiene el virus de sobrevivir en aves silvestres que son las que lo están diseminando de un país a otro”, explicó a Infobae el experto de Ceva Salud Animal Cono Sur.
La razón por la que la influenza aviar tomó nuevas características se debe a múltiples factores, “desde modificaciones en la conducta de las aves migratorias por el cambio climático y/o la sequía, hasta la propia evolución del virus en linajes más virulentos. Por eso, como el virus tomó un comportamiento diferente, hoy el control de la enfermedad requiere otro abordaje, porque la detección temprana y la eliminación de aves muertas no alcanza y en este momento la vacunación entra como un tercer componente de esta tríada de herramientas preventivas”, destacó Sara desde su experiencia en Ceva, una de las principales empresas globales que desarrollan vacunas contra la gripe aviar.
Tres herramientas para controlar al virus
En la actualidad, la Organización Mundial de Sanidad Animal impulsa fundamentalmente tres herramientas para el control de la gripe aviar:
– Medidas de bioseguridad e higiene en los lugares donde se encuentren las aves junto a vigilancia epidemiológica
– La eliminación controlada de aves de corral infectadas
– La vacunación en determinadas condiciones
“La eliminación controlada de las aves de corral infectadas, la restricción de los movimientos, una mayor higiene y bioseguridad, y una vigilancia adecuada deberían tener como resultado una disminución significativa de la contaminación viral del entorno. Estas medidas deberán implementarse se aplique o no la vacunación como parte de la estrategia general”, precisa la OMSA.
En cuanto a la aplicación de dosis en animales, los expertos de la Organización Mundial de Salud Animal aseguran que “esta medida por sí sola no debe considerarse una solución sostenible para controlar la influenza aviar y debe utilizarse como parte de una estrategia global de control de la enfermedad”.
¿Por qué el organismo internacional no recomienda la vacunación masiva? Porque a pesar de sus ventajas, “la vacunación puede ocultar infecciones inaparentes (silentes) y comprometer la vigilancia de las cepas circulantes”. Por este motivo, aconseja que los planes de vacunación sean diseñados por la autoridad de sanidad animal de cada país, en función del riego a nivel regional y nacional.
Vacunación de precisión
La pandemia por COVID-19 nos enseñó que las vacunas salvan vidas y son una herramienta poderosa ante los patógenos que desencadenan enfermedades inmunoprevenibles. También aprendimos que a mayor cobertura de vacunación, las personas tienen menor riesgo de enfermar gravemente y morir.
Sin embargo, la dinámica de la vacunación en animales es otra. Fundamentalmente por el tipo de monitoreo epidemiológico que realizan las autoridades sanitarias de cada país para catalogar como libre del virus a una población de aves y, también, debido a las características del comercio avícola internacional. Estas dos aristas plantean un escenario diferente entre la inmunización humana y la inmunización animal.
En el mundo, las vacunas más utilizadas para controlar los brotes de gripe aviar son las vacunas inactivadas: “Este tipo de vacuna se utiliza para influenza desde hace muchos años, en este caso de la influenza aviar H5N1 que es la que está circulando en nuestro país. En el laboratorio se selecciona y se inactiva el virus, no hay replicación del virus vacunal en el cuerpo del animal porque el virus está ´muerto´, pero esto sí repercute en la generación de la respuesta inmune al aumentar el nivel de anticuerpos en el organismo”, señaló Sara a Infobae.
El veterinario explicó que si bien este tipo de dosis es la herramienta históricamente más utilizada para la vacunación de influenza aviar, la generación de anticuerpos implica que con los test serológicos actuales que se utilizan para el control de las granjas y establecimientos avícolas no sea sencillo diferenciar entre los animales vacunados de aquellos que generaron respuesta inmune (anticuerpos) por estar infectados.
Esto ocurre porque los test y pruebas convenciones que se utilizan para el monitoreo sanitario y vigilancia epidemiológica de las aves, sobre todo en países como Argentina que está considerado un país libre de gripe aviar, son técnicas que detectan estos anticuerpos sin distinguir si son generados por la dosis recibida o por la infección. Estas son las pruebas para control que en la actualidad utiliza el Senasa en Argentina y en otros países sus respectivas autoridades sanitarias.
Hoy, con el uso extensivo de estos test sanitarios, para los productores avícolas la detección de anticuerpos contra la influenza en la población de aves se convierte en un obstáculo para el comercio. “En la actualidad este es el principal limitante para el uso de las vacunas inactivadas, porque ya hace años que se utilizan, su seguridad y eficacia están más que comprobadas”, agregó Sara.
Ahora, ante el desarrollo actual de un brote sin precedentes, el escenario cambió. Según el veterinario, el argumento respecto a que la vacunación podría provocar enfermedad silente o silenciosa fue perdiendo fuerza en los últimos meses. La imposibilidad de distinguir entre aves sanas o infectadas pero asintomáticas (producto de haber recibido las dosis) plantea un nuevo debate ante la magnitud del brote: “Es una hipótesis que perdió consenso, porque esto no sucede con un virus como el que está circulando actualmente en Latinoamérica y, desde hace algunos días, en Argentina. La virulencia y patogenicidad del actual virus no da margen a la posibilidad de una enfermedad silente”, apuntó Sara.
En qué países se utilizan estrategias de vacunación
“La vacunación contra la influenza aviar en animales se aplica en países que han llegado a una situación endémica, lugares donde la enfermedad ya se diseminó completamente en todas o en la mayor parte de las poblaciones de aves. En estos casos ya no es una limitante la cuestión del monitoreo serológico, porque básicamente en estas zonas el grueso de las poblaciones son positivas serológicamente, por infección o por contacto con el virus”, dijo el especialista de Ceva.
Por esta razón, el experto detalló que “las vacunas inactivadas son herramientas que se utilizan preponderantemente en países endémicos de Latinoamérica (México y República Dominicana) y en otros continentes, en países de Medio Oriente y de Asia donde los virus de influenza también son endémicos. Las vacunas se utilizan para controlar la mortalidad”. Y no así la transmisibilidad.
“Cuando una enfermedad como la influenza aviar se vuelve endémica y sobre todo con un virus de alta patogenicidad como H5N1, el porcentaje de aves infectadas, enfermas y muertas es muy alto, entonces, las autoridades sanitarias empiezan a recurrir a toda herramienta que esté disponible para no comprometer el estatus sanitario del país”, completó el veterinario.
“México es un país grande y con mucha diversidad, la influenza aviar era endémica históricamente en algunas regiones y en esas zonas donde la enfermedad se considera endémica, se vacuna masivamente. No me animaría a decir que el 100% de las aves, pero posiblemente el 99%”, puntualizó Sara. Y agregó que “la estrategia de vacunación masiva en ciertas poblaciones de aves no implica la erradicación de la gripe aviar, pues las vacunas actuales previenen las formas severas de la enfermedad pero no previenen el contagio”.
Justamente ese sea, quizás, el paradigma que debe cambiar ante el brote actual: “No sé si podemos pensar en erradicar la enfermedad, sino en controlarla”, sentenció Sara
La decisión de prevenir debe tomarse ahora
“Los gobiernos de todo el mundo deberían invertir en vacunas para todas las cepas del virus de la gripe que existen en el reino animal como póliza de seguro en caso de un brote en humanos”, expresó esta semana el flamante jefe científico de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Jeremy Farrar.
Farrar, quien formó parte del grupo asesor científico para emergencias del gobierno de Reino Unido, señaló que el virus de la influenza aviar H5N1 representa la mayor amenaza pandémica actual para el mundo después de la irrupción del COVID-19. El reciente salto del virus de las aves a los mamíferos, incluidos los visones, los zorros, las nutrias y los lobos marinos en distintos puntos del globo debe considerarse como un llamado a la acción de los gobiernos, agregó el funcionario de la OMS.
Si bien el riesgo para los humanos se considera bajo, Farrar se mostró preocupado por la falta de acción actual ante un posible brote de influenza aviar en humanos: “Estamos asistiendo en cámara lenta a algo que puede que nunca ocurra. Pero si ocurriera, nos preguntaríamos: ¿por qué no hicimos más?”.
Entrevista MV Lucas Sara CEVA Salud Animal: María Eugenia Cazeneuve (Infobae)