El Presidente de Grupo Motta, Héctor Motta, hizo un repaso por los diferentes frentes que tiene la Avicultura ante la llegada de la Influenza Aviar al país.
En este sentido, insistió en la importancia de “tener un sistema de bioseguridad estricto” ya que es una problemática instalada y “tenemos que estar preparados para darle pelea durante varios años”.
A su vez, Motta aseguró que el impacto del cese de exportaciones “nos encontró en una situación difícil que se va solucionando con el acompañamiento y la comprensión del SENASA, tratando de certificar lo que es válido”. Así, el empresario destacó el rol fundamental del organismo de sanidad animal desde antes de que irrumpa el virus en el país.
El brote de Influenza Aviar “nos encontró con 3.000 toneladas navegando al momento del cierre, con 2.000 toneladas en el puerto a punto de ser embarcadas que habían sido procesadas con mucha anticipación, más 2.000 toneladas en cámara frigorífica, que nos están sumando un costo adicional que nos impacta desfavorablemente. A eso hay que sumarle la faena que hacemos diariamente aquellas granjas que aún seguimos siendo libre de la enfermedad y ojalá continuemos así”, indicó el empresario.
Como representante del sector avícola, realizó un llamado de atención a los representantes de las instituciones bancarias para que exista una “mayor comprensión” a la situación por la que atraviesa el sector y “no bajen el nivel de créditos que venían otorgando”. “El 80% de los productores avícolas siempre han honrado sus deudas, por lo tanto en este momento de gran dificultad, necesitamos que la banca nos apoye y que no nos saque el cuerpo”, inquirió el empresario. En este sentido, Motta pidió a los bancos que “no bajen el nivel de créditos que venían dando, sino que por el contrario si hay empresas que necesiten su auxilio, puedan sostenerlas. Hay momentos en que hay principios que hay que sostener. Hay que mirar en forma global y no de manera individual a cada una de las empresas”.
Respecto de los mercados que se reabrieron en el exterior, Motta aseguró que “de los 400 millones de dólares que se lograron exportar en 2022, alrededor del 70% fue a China, que es el principal comprador de Argentina, y ese mercado aún no se reabrió”. “Hay que trabajar intensamente como para erradicar este virus del país y a medida que lo logremos, ir reabriendo los mercados internacionales”, subrayó. Si bien Motta reconoció que se reabrieron unos 20 mercados, dijo que son destinos secundarios, “porque vamos con menor valor y al enterarse que no podemos exportar a China, presionan el precio hacia la baja”.
En cuanto a la suba de precios del huevo y del pollo al consumidor y el alza inflacionaria, Motta aseguró que muchas veces el precio se estanca, como sucedió con la carne vacuna, que se reacomodó con un quiebre de mercado, “cuando se reacomoda es como si hubiera caído una bomba atómica, pero en realidad fue un reacomodamiento de los precios”. “Hay un desequilibrio muy grande entre los bienes que generamos y lo que nos toca gastar para vivir a medias decorosamente en la Argentina. Mientras no consigamos quebrar ese déficit que arrastramos desde hace muchos años, con una balanza que, cuando es positiva es muy escasa, indudablemente podríamos cumplir con el desarrollo deseado”.
“La resiliencia ha sido una forma de vida que llevamos hace mucho tiempo. Estamos con un riesgo bravío que nos está haciendo remar en forma permanente, no se pueden largar los remos”, indicó Motta y agregó que en Argentina “el empresario tiene que remar lamentablemente todo los días, no pudiendo planificar adecuadamente porque la inflación no te deja, y tampoco guarecerte de manera adecuada para los problemas que puedan venir en el futuro porque tampoco hay un nivel de ahorro en el país que así lo pueda sostener”.