More

    ¿Qué hacen otros países de Latinoamérica para controlar la Influenza Aviar?

    La Influenza Aviar ingresó en la Argentina  quebrando el estatus sanitario de libre de la enfermedad que hasta el momento ostentaba el país. El virus, que está recorriendo todo el territorio afectando a aves de traspatio y granjas comerciales, irrumpió por primera vez en febrero último  y todos los integrantes la cadena avícola están atentos a su evolución en la región.  Al respecto, el médico veterinario Horacio Gamero, titular de HG Poultry Consulting, y Fernando Caeiro, gerente de ventas Latam de Christian Hansen, conversaron con Cátedra Avícola & Agropecuaria y expusieron su punto de vista respecto de la delicada situación sanitaria que atraviesa el país.

    Gamero, que asesora a varias empresas avícolas en México, indicó que la situación es delicada y que es necesario acotar los tiempos de los protocolos una vez que se confirma un caso positivo. En el mismo sentido, Fernando Caeiro  aseguró que “estamos  muy preocupados, porque somos parte de la industria. Siempre que  esté involucrada la cadena, nos afecta a nosotros. El tema de la sanidad es importante, pero más relevante es la bioseguridad”.  Caeiro se refirió así a que en “Latinoamérica hay países que están mejor en materia de bioseguridad, como Chile. Son muy prolijos, son los número uno. Luego, hay otras naciones que están muy por debajo de nuestros niveles. En este sentido, tenemos que apuntar a los que hacen las cosas mejor que nosotros”.

    Respecto de los casos detectados recientemente en Santa Fe en los que no se registró sintomatología en las aves, Gamero indicó que puede haber dos posibilidades, “puede ser un virus de baja patogenicidad o uno de alta, pero que por algunas cuestiones no están mostrando síntomas”. “Más allá de lo que se pueda discutir, nuestra legislación dice que si hay un lote positivo, va a sacrificio. Entrar en esa disyuntiva cuanto queremos erradicar un virus que busca colarse por todos lados, no es efectivo. Lo más importante es que cuando un lote da positivo, hay que sacrificar lo antes posible”, destacó.  El experto dijo además que  la Argentina “tiene la desventaja que la gran mayoría de las aves están en galpón abierto, entonces se hace complicado contener. Cuando un virus entra en una zona en donde no estaba, lo primero que hay que hacer es aislarlo y mantenerlo dentro del galpón y hacer todas las operaciones antes de abrir el establecimiento para que el virus no salga. La gran preocupación es la población de aves silvestres, porque son las que van a transmitir el virus”. En esta misma línea, el consultor apuntó a la variable tiempo como una de las más importantes  a la hora de actuar ante un caso positivo, “hay que actuar mucho más rápido, porque hoy pasa mucho tiempo entre que se notifica el positivo, se confirma y se sacrifica. No hay que esperar al otro día para confirmar”.

    Asimismo, Gamero indicó que  “no se puede sacrificar y mover enseguida a todas las aves afuera. Si no se puede hacer una fosa, se debería embolsar todo y dejarlo adentro del galpón. Hoy se sacrifica y luego se compostan aves y cama hasta que la temperatura llegue a los 60 grados para tratar de minimizar la cantidad de virus que pueda salir del galpón”. Por otro lado, destacó que es necesario encalar todo el perímetro exterior de la granja con cal viva, porque cambia el PH del piso de forma rápida y brusca para eliminar el virus.

    “En México tuve la oportunidad de ver por primera vez la Gripe Aviar. Las granjas son absolutamente modernas, todo es automático, no hay granjas abiertas, se trabaja de otra manera”. Así contó que regularmente se hacen muestreos de rutina vía hisopado de recto. “Tienen muy aceitado el procedimiento . Ni bien se detecta el virus, apagan la ventilación y sellan todo el galpón. Se levantan los comederos y bebederos de todos los galpones que conforman el establecimiento. El sacrificio consiste en matar las aves, ponerlas en el medio del galpón, taparlas con las camas y a su vez tapar esa cama con plásticos. Ahí comienza el proceso de fermentación controlada que no se puede movilizar  hasta  que la pila no llegue a los 60 grados.  Luego,  se aplica formol  por aspersión”, relató.  Una vez terminada esa etapa, “se coloca todo en bolsas de residuos y se realizan las fosas en donde se va a tirar el material. Es importante saber que las fosas se tapan con un metro de tierra y luego hay que encalar con cal viva toda la granja para empezar con el proceso de lavado y desinfección”, detalló.  El experto veterinario, aseguró que se ven “muy pocas lesiones en los animales”, pero añadió que “lo que llama la atención es la mortalidad”.

    En cuanto al personal que trabaja en todo el proceso de desinfección, indicó que “deben aislarse y limpiarse hasta que vuelvan a considerarse seguras.  Es un trabajo muy intenso, que requiere de mucha mano de obra y de estar en el detalle”. Asimismo, aseguró que en México se “trabaja en contención, no puede haber un solo charco de agua a donde puedan ir a tomar agua las aves migratorias”.

    En cuanto a las medidas de bioseguridad que se instrumentan en el país azteca, el experto destacó que “tanto para entrar a granjas de reproductoras como de parrilleros, hay que ducharse, usar un calzado especial para ir desde las duchas hasta las puertas del galpón y una vez adentro, se utiliza otro tipo de calzado. Hay un par de calzado para cada galpón. Si hay 10 galpones, se utilizan 10 juegos de zapatos, sumado al que se usó para salir de los vestuarios”.

    Finalmente, Fernando Caeiro destacó que “es muy importante ver que se hizo en otros países, porque nos da la ventaja de poder ir replicando eso que otros ya aprendieron y pusieron en práctica. Hay que trabajar en la prevención y para eso poner el foco en la bioseguridad”, concluyó el ejecutivo.