Desde la Federación de Centros y Entidades Gremiales de Acopiadores de Cereales analizaron las expectativas de la próxima campaña 2023/2024. “El panorama es bastante complejo desde hace muchos años. Los argentinos estamos acostumbrados a vivir en crisis. Este momento es muy particular, porque no esperamos muchos cambios de acá al ballotage, vemos que cotidianamente los candidatos están pendientes de la crítica al otro, pero nadie está hablando de su proyecto de país, para dónde va a ir la Argentina en el caso que gane uno u otro”, expresó Fernando Rivara, presidente de la Federación de Acopiadores.
Al mismo tiempo agregó que “las fuerzas productivas de Argentina están esperando un plan que básicamente apunte a aumentar exponencialmente las exportaciones, porque Argentina no tiene otra salida que ser un país exportador. Necesitamos desarrollo de empleo federal; necesitamos generar divisas para comprar insumos y tecnología”.
“Hace 16 años que estamos estancados y que no hay un plan, salvo medidas aisladas. Se dicen lindas frases, pero no hay una decisión política”, dijo Rivara en relación a las propuestas de exportación de valor agregado, no solo de materia prima.
“La diferencia de costos que tenemos con Brasil, simplemente por meter la mercadería adentro de un contenedor, es del 13%. Si le agregas el 4,5% del derecho de exportación, ya estás en el 17,5% de diferencia. A eso hay que sumarle Ingresos Brutos, Impuesto al cheque (que supuestamente era temporal). Cuando haces número de exportación, el 1,2% es enorme y así llegas al 20% de diferencia contra un competidor tuyo. Entonces no hay manera de exportar así, no es un tema de eficiencia, sino del famoso “costo argentino”, se lamentó. “Este es un tema que no está en la agenda de ningún candidato”.
Luego, se refirió a cómo afectó la sequía a las últimas cosechas, “se perdieron u$s 22.000 millones para la economía argentina. A nivel individual fue un golpe muy fuerte, ya que en cada campaña se invierte mucha plata, tomando compromisos de pago a cosecha y la cosecha no estaba. En algunos lugares se perdió el 100%, en otros el 50% y quedó una pequeña franja en el sudeste de la provincia de Buenos Aires con una cosecha normal. Pero lamentablemente el 90% de los productores argentinos sufrió profundamente la sequía”. En cuanto al acopio, Rivara dijo que esta situación los afectó de manera importante, “pero también a los transportistas y a todo los que rodea a la producción, incluso a los pueblos”.
“Afortunadamente la sequía está llegando a su fin, pero la helada le pegó fuerte al trigo en varias zonas y a nivel país llevamos perdidas entre 3 y 4 millones de toneladas”, señaló. Respecto de la ayuda al productor, el dirigente dijo que “por suerte hubo respuesta de los bancos y en muchísimos casos, del tejido productivo que tiene la agricultura, en donde el acopio acudió a ayudar, los vecinos y los proveedores. Todo se armó como para que la sequía devastadora no fuera un certificado de defunción para el productor. Por eso hoy, la Argentina está de pie”.