Silvateam es una empresa italiana familiar que tuvo sus orígenes en Italia en1854. En la actualidad, opera en 60 países de todo el mundo con sus diferentes unidades de negocios con oficinas propias, fábricas o a través de sus distribuidores. En la Argentina, está hace más de 90 años con una fábrica en La Escondida, Chaco. “Los productos de Silvateam están dirigidos a rumiantes y monogástricos, oficiando como promotores de crecimiento no antibióticos que mejoran la salud intestinal, generando condiciones en el microbiota de los animales para transformar de manera eficiente la proteína del animal en carne o leche y sin generar resistencia a los antibióticos terapéuticos”, explica Claudio Cabral, Director Técnico para Latinoamérica de Silvateam.
La compañía tiene el foco puesto en la obtención de la materia prima, que es la madera, y en la acción del producto final sobre el medio ambiente. En sus orígenes, la unidad de negocios fundamental de Silvateam fue la industria del curtido. En un principio se utilizaban los polifenoles como tinturas para telas. Luego, rápidamente comenzó a utilizarse para el curtido de cuero. A través del curtido natural, por medio de taninos, se transforma la piel del animal en cuero, “es decir, que se conserven todas esas proteínas, sin que se pudra o se fermente, que mantengan su característica principal por la acción de los taninos en este caso, y que tengan todas las características de un cuero. Durante muchos años el curtido de cuero se hizo a base de taninos, que hasta no hace mucho tiempo tenían un uso casi exclusivamente militar. Luego fueron apareciendo otros métodos no naturales, pero hoy los cueros de alta gama se curten con taninos, ya que le da una mejor calidad y es absolutamente inocuo”, destacó Cabral.
Uno de los secretos de la permanencia de Silvateam en el tiempo, es que permanentemente ha ido desarrollando nuevas aplicaciones de los taninos o sus derivados para otras industrias. “En la industria del vino, por ejemplo, además del tanino que tiene la uva, se le agregan otros de distinto origen para lograr modificaciones en el proceso de fermentación láctica por el cual se obtiene el vino y darle así toda las características propias. Cada enólogo tiene su fórmula de blend de taninos. Asímismo, se encuentran en la industria del petróleo, de residuos para cartón, de derivados en la industria de la alimentación humana”, destacó el ejecutivo.
“Todo el proceso de nuestro negocio, desde la extracción del recurso natural hasta el producto final, incluso el capital humano para trabajar, en Argentina son un poco más de 500 personas, están regidos por los principios de la Responsabilidad Social Empresaria”, apuntó.
En cuanto a la nutrición animal, Cabral indicó que el uso de los taninos se destina a todas las especies domésticas: grandes y pequeños rumiantes y monogástricos (pollo, gallinas, cerdos). “Son promotores de crecimiento no antibióticos. Se suministra todos los días en la dieta de los animales y que genera mayor producción con menos consumo de alimento por cada kilo producido, mejora la eficiencia en la conversión. Es un producto natural que se puede dar hasta un minuto antes de la faena sin que se registre luego ningún residuo en la carne, pero que además no genera fenómeno de resistencia bacteriana, mejorando la salud intestinal. Es decir, provoca condiciones en la microbiota de los animales para seleccionar aquellos géneros bacterianos que son más eficientes en transformar la energía y la proteína de los animales en carne o en leche. Tampoco genera resistencia a los antibióticos cuando se aplican por alguna patología en particular”, explicó.
“Tanto la OMS y la OIE trabajan en conjunto y hablan de una sola salud: la animal y la humana. El problema de la resistencia a los antimicrobianos es un problema de animales y humanos. Hoy la humanidad enfrenta un problema de resistencia a los antimicrobianos”, dijo.
Según Cabral, una de las consecuencias de mejorar la salud intestinal en aves es evitar que se generen enfermedades como por ejemplo la enteritis necrótica o la coccidiosis. “Por mejorar la condición gastrointestinal y hacer que el intestino esté con una población de bacterias que son las que tienen que estar para un funcionamiento correcto, no se dan las condiciones para que se desarrollen estos microorganismos patógenos”, destacó.
El ejecutivo destacó además que, la compañía pone un especial foco en la disminución de la emisión de los gases de efecto invernadero producidas por los rumiantes, dado que el uso de los taninos y las saponinas tienen un resultado directo sobre esa acción. “Una vaca alimentada con estos productos produce menos metano y la disminución de excreción de nitrógeno”, subrayó.
Por su parte, la empresa está enfocada en un programa de asistencia en granjas avícolas para la aplicación de todas estas tecnologías y el respaldo a las empresas para monitorear la situación sanitaria general de los animales, no solo de la salud intestinal, sino también apuntando al ambiente en el que se desarrollan las aves como por ejemplo la presencia de amoníaco. Tanto las saponinas como los taninos tienen una injerencia directa para que se reduzca.