Osvaldo Martín, presidente de Apronor, recordó que en enero y febrero se la pasaron haciendo gestiones. El coronavirus todavía no había llegado al país y el gobierno de Alberto Fernández daba recién sus primeros pasos: entonces había margen para conversar. Por eso los productores del norte venían en pleno verano a Buenos Aires a tratar de convencer a los funcionarios de que la situación para ellos era más complicada que en el promedio, ya que las retenciones les pegan mucho peor, tienen fletes muy caros y además la sequía ya se insinuaba amenazante.
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Actualidad: “Hace más de 170 días que no llueve, es la sequía más importante en los últimos 64 cuatro años. Hubo muchos incendios para el lado del cerro y la situación para la cosecha de trigo es desastrosa. No llueve desde el 28 de abril. Calculamos que el 80% de los lotes de trigo no se van a poder cosechar”.
Consultado sobre que propuesta que ofrecen: “Nosotros propusimos que el productor tenga un test rápido para que no tenga que ir a la ciudad, porque si o si tenemos que trasladarnos a la ciudad. De esta manera ayudamos a controlar y a que las personas no circulen” (…) “íbamos a comprar el mismo test que utiliza la provincia, comprando al por mayor y así evitar todo el traslado y hasta el momento no tenemos respuesta”.
Martín dice que en Tucumán la última lluvias cayó en abril. La sequia ya destruyó la cosecha de trigo y ahora amenaza la siembra de la soja y el maíz. “Y todo sin una política agropecuaria que te permita a vos planificar, ya ni siquiera a largo plazo. Te cambian las reglas de juego permanentemente”, se lamentó el dirigente.
El problema siempre es el mismo. Según Osvaldo, a través de las retenciones “las provincias más pobres del país resignan recursos al poder ejecutivo que nunca vuelven. Acá no solo tenemos la mayor cantidad de pobres. Pero no tenemos ni puentes, ni caminos ni otra infraestructura”, añadió.