El titular de la empresa avícola Fadel, Adrián Tournour destacó que se está viviendo un momento complpejo en la avícultura y que es necesario cumplir con los compromisos asumidos con los proveedores de insumos del exterior. Además, destacó que se vienen “momentos complicados, ya que la demanda no está en su mejor momento”. En este sentido, la comercialización de proteína animal se redujo en los últimos años, sientiéndose también en el sector avícola. “Era previsible y nos genera mucha incertidumbre hacia el futuro”, dijo.
En este sentido, se refirió a la expectativa que genera la reactivación de las exportaciones a China y la visita de autoridades del país asiático a establecimientos argentinos para realizar auditorías. “En la industria nos tenemos que poner a trabajar con mucha responsabilidad para poder sacar esto adelante, porque es más que necesario reactivar mercados externos como China y Chile”, adujo. “Nosotros venimos de la Influenza Aviar del año pasado, lo que nos ha afectado muchísimo, por lo que es muy necesario ocuparse de todo lo que es bioseguridad, que es uno de los tendones de Aquiles de la industria”, destacó Tournour.
El titular de Fadel se refirió más tarde a la capacidad de integrar más productores a la cadena avícola. “El gran desafío que tiene la industria hoy es cómo solucionamos la problemática del alojamiento de aves. Hay gente que está discontinuando la actividad y para ingresar los costos son muy altos, por eso hoy no se están generando nuevos galpones para alojar pollos. No tengo dudas que a futuro vamos a tener que trabajar para seguir construyendo galpones de última generación para poder ser más amigables con el medio ambiente y tener mejores resultados productivos para poder bajar los costos de producción. Al momento de comparar resultados y costos de producción en galpones tradicionales , se pueden ver las diferencias más que significativas”, subrayó.
Luego, Tournour hizo hincapié en el capital humano y destacó que en su empresa “el mayor capital de toda empresa terminan siendo los recursos humanos, por eso hay que cuidarlos, ocuparse, estar codo a codo con ellos y más en estos momentos tan difíciles”. Asimismo, destacó el papel de los más jóvenes y dijo que “te hacen ver cosas que a veces no se tienen en cuenta o no se le prestó mucha atención”.
Respecto de la situación del mercado del pollo, dijo que “estamos en una transición, en un momento extremadamente complejo. La demanda de producto no es la mejor, pero es razonable. Hoy por hoy hay que intentar ajustar por la oferta, porque no veo que la demanda vaya a subir. Ojalá me equivoque y se revierta la situación. Se nos vienen un par de meses muy duros. Hoy el pollo es muy buen sustituto de la carne vacuna, pero estamos con precios irrisorios, lo cual se torna poco rentable para el productor y no estamos pasando los mejores momentos”, indicó. “Hay algo que no es menor y es que venimos con problemas para pagarle a nuestros proveedores en el exterior por decisión del Banco Central. Hoy tenemos acumulada una gran deuda que, para saldarla, tenemos un sistema bastante complejo que lleva muchas horas hombre capacitar gente, comprar bonos y venderlos, y en definitiva vamos a terminar pagando todos esos insumos que creíamos haber comprado a $350 por encima de $1200 y eso representa un quebranto para las empresas. Nosotros necesitamos seguir produciendo y estar en contacto con nuestros proveedores, que lógicamente nos reclaman que les paguemos lo que nos enviaron en su momento y eso nos genera muchas dificultades adicionales”.
Respecto del consumo, Tournour dijo que se está comercializando el pollo en piezas (trozado) “por una cuestión de costo y practicidad. El sistema IQF es mucho más eficiente en cuanto a seguridad alimenticia”. Así el ejecutivo aseguró que el consumidor demanda cada vez más el producto IQF y “se busca conformar al cliente en ese sentido”.
Los productos de Fadel tienen un código QR en el envoltorio que permite ver la trazabilidad del alimento. Al respecto, Tournour dijo que “el consumidor quiere tener cada vez más seguridad del producto que compra y en la medida que uno le vaya dando la posibilidad de poder corroborar lo que está comprando, se demanda más”. A su vez, destacó que la inquietud y el interés de la demanda por el bienestar animal está en ascenso y que Fadel busca en ese sentido cubrir las necesidades del consumidor. “Las nuevas generaciones demandan cada vez más todo lo referente a bienestar animal y compromiso por el medio ambiente, algo que hace algunos años no se hablaba”.