El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, junto al gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, realizaron una recorrida por el complejo productivo Fadel.
El titular de la planta, Adrián Tournour, expresó que, si bien el encuentro fue muy productivo, ya que pudieron acercarle al ministro todas sus inquietudes, bajo este contexto económico “no es fácil sostenerse exportando y tener las plantas con los estándares que requiere el mundo. Necesitamos crecer rápido para ser más competitivos y no sufrir tanta presión impositiva”.
El empresario dijo que tuvieron la oportunidad de contarle al ministro “el diferencial que este tipo de galpones con ambiente controlado genera en cuanto a lo que se ahorra en producir un kilo de carne”. Asimismo, resaltó las ventajas de utilizar la calefacción a pellets de aserrín, “se bajan muchos costos con ese tipo de calefacción y es más amigable con el medio ambiente”.
Por otro lado, Tornour relató que otro de los temas que se abordó con los representantes del Banco Nación fue “lo difícil que es para el productor integrado tener una garantía para sacar crédito para la construcción de galpones, ya que no se los puede prendar”. La entidad bancaria exige una garantía dos a uno y es muy difícil poder lograrla, ya que un galpón de última generación está en el orden de los u$s 2 millones, mientras que la tierra llega apenas a los u$s 50 mil.
“Hoy en día es más que necesario que se construyan los galpones y se actualicen los que ya están trabajando para poder lograr el crecimiento de la producción. En la jornada del jueves pudimos ver, a través del estudio que presentó el SENASA, la cantidad de galpones que hay en la Argentina y la calidad de cada uno. De no revertir esta situación, la producción local va a estar cada vez más lejos y no vamos a poder competir a nivel mundial”.
Respecto del comercio exterior del sector, Tornour dijo que “los que estamos importando apostamos a la exportación y pretendemos seguir creciendo en volumen, pero se hace complejo. Hoy hay que tener en cuenta que exportamos a un dólar de $117 y a eso hay que sumarle una retención del 9%, movilizar un contenedor es muy costoso y no se hace fácil sostener eso”. En esta línea agregó que “tener las plantas con los estándares que exige el mundo es complejo, por eso necesitamos crecer rápido con este tipo de galpones para ser más competitivos en cuanto al valor del kilo de carne” Asimismo, resaltó que “necesitamos algún tipo de beneficio impositivo para que ceda la presión, junto a costos logísticos internos que son altos. No está fácil producir en la Argentina. Sería bueno aplicar algunas de las políticas que se instrumentan en otros países y poder trasladarlas al país”, concluyó.