La agroindustria en Argentina no solo es un pilar económico, sino también un motor clave en la generación de empleo. Según un reciente informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), el sector es responsable de generar dos de cada diez empleos en el país, lo que representa un total de cuatro millones de puestos de trabajo. Nicolle Pisani Claro, Economista Jefe de FADA, explicó en una entrevista con Adalberto Rossi en “Cátedra Avícola & Agropecuaria” cómo se distribuyen estos empleos a lo largo de las diversas cadenas productivas.
El informe revela que el 23% del empleo privado en Argentina proviene de la agroindustria, abarcando sectores como carnes, lácteos, granos y economías regionales. De estos cuatro millones de empleos, el 33% está directamente vinculado a la producción primaria, mientras que el resto se distribuye en eslabones previos y posteriores, incluyendo la provisión de insumos, servicios, transporte, industria y comercialización.
Pisani Claro destacó que este porcentaje de participación se ha mantenido constante en los últimos cinco años, a pesar de las fluctuaciones en la economía general del país. Sin embargo, advirtió que el 2023 podría mostrar una leve caída en la generación de empleo debido a factores como la sequía y la caída en la producción agropecuaria, aunque esto dependerá en gran medida de cómo evolucione el empleo en el país en general.
El impacto de la agroindustria en el empleo no solo se siente en el ámbito rural, sino también en las ciudades. Pisani Claro subrayó que muchas de las cadenas productivas, como la del trigo, generan empleo mayoritariamente en la industria y el comercio. La cadena del trigo, por ejemplo, es responsable de 400.000 puestos de trabajo, la mayoría de los cuales están relacionados con la industrialización del grano en harina y su posterior comercialización en panaderías y supermercados.
El informe de FADA también destaca que la carne vacuna es la cadena que más empleo genera en la agroindustria, con 500.000 puestos de trabajo, lo que equivale al 12% del total. Le siguen las cadenas de frutas, verduras y hortalizas, y la cadena del trigo. Estos sectores son fundamentales no solo para el consumo interno, sino también para la exportación, que es un motor clave para la economía argentina.
Para dimensionar el impacto de estos empleos, Pisani Claro ofreció ejemplos visuales: los trabajadores del sector agroindustrial llenarían 490 veces el Luna Park o 590 veces la Torre Eiffel. Estas comparaciones ayudan a entender la magnitud del empleo generado por un sector que es fundamental para el desarrollo económico y social del país.
En conclusión, la agroindustria en Argentina no solo es esencial para la economía, sino que también juega un rol vital en la generación de empleo a lo largo de todo el país. Con su capacidad para dinamizar tanto el interior productivo como los centros urbanos, este sector se consolida como un actor clave en el crecimiento y la estabilidad del país.