El presidente Javier Milei ha dado un giro significativo en la estrategia comercial de Argentina al anunciar su intención de negociar un tratado de libre comercio con Estados Unidos. Este movimiento, según Héctor Arese, analista económico y de comercio exterior, es una señal contundente de un cambio de rumbo en la política comercial del país. “Es una declaración de intenciones que busca posicionar a Argentina como un actor proactivo en el comercio global”, afirmó Arese en una entrevista con Cátedra Avícola & Agropecuaria.
Impacto en el Mercosur y el comercio agrícola
La decisión de avanzar18 en un tratado con Estados Unidos plantea desafíos para el Mercosur, que históricamente ha condicionado las políticas comerciales de sus miembros. Arese señaló que este movimiento podría redefinir las relaciones dentro del bloque. “Es una estrategia audaz que pone en tela de juicio la cohesión del Mercosur y desafía las dinámicas comerciales tradicionales de la región”, explicó.
Además, destacó los retos inherentes a negociar con un país que es líder en producción agrícola: “Estados Unidos es un gigante en la exportación de alimentos, lo que significa que cualquier tratado deberá equilibrar cuidadosamente los intereses de ambos países en el sector agropecuario”.
Relaciones con China y la búsqueda de nuevos aliados
El alineamiento comercial con Estados Unidos también envía un mensaje a nivel global, especialmente a China, el principal socio comercial de Argentina en los últimos años. Sin embargo, Arese aclaró que “el comercio internacional no tiene camisetas” y que las relaciones con China no necesariamente se verán afectadas. “Este es un mensaje de apertura al mundo y de diversificación de mercados, más allá de las alianzas políticas tradicionales”, añadió.
El desafío de reconstruir la confianza internacional
A pesar de estas señales, Arese subrayó que Argentina aún enfrenta desafíos significativos para reconstruir su imagen en el exterior. “La imprevisibilidad que caracterizó al país durante más de 15 años no se corrige con un cambio de discurso. Renovar la confianza lleva tiempo y requiere de acciones coherentes y sostenidas”, destacó.
Una señal también para Brasil
El movimiento también tiene implicancias para Brasil, principal socio comercial de Argentina en el Mercosur. Según Arese, este enfoque más independiente podría generar tensiones, pero también obliga a ambos países a replantear sus estrategias comerciales en un mundo cada vez más competitivo.
¿Un futuro comercial más prometedor?
El cambio de rumbo en la política comercial argentina marca el inicio de una etapa de redefinición estratégica en su relación con el mundo. Si bien Arese reconoce que queda un largo camino por recorrer, considera que este tipo de iniciativas pueden posicionar al país de manera más competitiva en los mercados internacionales.
“Argentina necesita señales claras y coherentes para construir una base sólida de confianza. Este enfoque puede ser el primer paso hacia un futuro más integrado y dinámico en el comercio global”, concluyó.