¿Qué extrañamos más… el asado o el fútbol? Si tu respuesta fue las dos cosas, evidentemente sos un argentino de pura cepa. Y por ende seguramente estás sufriendo esta abstinencia y resistiendo como un héroe. Pero a mantener la calma. Es cuestión de aguantar y de no aflojar. En algún momento volveremos a tener nuestra recompensa. Sí, como dice la canción de Cerati, “tarda en llegar y al final hay recompensa…”
No habrá asado por ahora, o si los hay son virtuales para no romper el aislamiento social, pero lo cierto es que el pueblo argento en casa se las ingenia para redescubrir aquellos cortes cárnicos que hacen honor al alimento más sagrado que tenemos en esta región del mundo. Doña Tota, el Diego y hasta el ciudadano ilustre más desconocido, centennials, millenials y nuestros viejos, sin distinción de edad, la inmensa mayoría transcurriendo este otoño “cuarentenado”, pero siempre con la carne en la agenda de nuestras comidas.
Y allí vamos a encontrar cerca, y a pocas cuadras de nuestra “base de operaciones”, una carnicería abierta. Un carniza que la pelea y resiste igual que todos nosotros y que normalmente es el nexo que te permite acceder al mundo carne. Esa es la cara visible de la cadena y, como les voy a mostrar, el canal al que más recurrimos tradicionalmente.
Pero la comercialización minorista también contempla los súper e hipermercados, otros de los negocios “de carne y hueso” y que también están jugando su papel en este difícil partido. Lo inédito es que la pandemia pareciera proponernos, casi en forma prepotente, que empecemos a probar la experiencia de comprar carne online. La pregunta del millón es ¿Estamos preparados para ello?.
De la heladera de madera del carnicero a la carne a un click de distancia
Cuando era chico, una de las excursiones preferidas con mis amigos de la infancia, era ir a la carnicería de “Casinghino”, que quedaba a una cuadra de casa. Lo que más recuerdo de aquella experiencia es ese ruido de las manijas golpeando la heladera de madera donde las siluetas de costillares esperaban su momento de salir a escena.
Quizás estamos en un momento donde nos acordamos y pensamos, a veces con nostalgia de otros tiempos que parecen tan lejanos, pero a no desesperar, porque la carnicería sigue siendo –en definitiva– el comercio minorista de carne más importante al que estamos acudiendo en tiempos de cuarentena.
Según una encuesta realizada recientemente por el IPCVA, 6 de cada 10 argentinos siguen comprando preponderantemente en este canal, un 27% lo está haciendo en súper e hipermercados, apareciendo con menos importancia los autoservicios chinos y las pollerías o pollajerías como prefieras llamar a este tipo de negocio.
Así, mientras las mujeres manifiestan volcarse más hacia los supermercados, los hombres se inclinan por las carnicerías. Las carnicerías tradicionales de barrio tienen más peso relativo en los niveles socioeconómicos medios de la sociedad (C2 y C3).
Territorialmente, las carnicerías son fuertes en el Gran Buenos Aires y en el interior del país, mientras que, en la ciudad de Buenos Aires, los supermercados alcanzan más relevancia con un 39% de la carne comercializada a través de este punto de venta.
Lo llamativo del patrón de compra en esta cuarentena es que la gente empieza a descubrir la compra online, también en el caso de las carnes. Existe un incipiente 2% de la población que menciona haber comprado carne vacuna por este medio en esta primera etapa del confinamiento.
Esta modalidad tiene sus diferencias también cuando profundizamos el estudio por segmentos, ya que es en principio más utilizada por las generaciones de edad media, y sobretodo en Capital Federal. Al margen de esta apreciación, no se está viendo como un fenómeno exclusivo de estos segmentos y existen algunos indicios que esta pueda ser una tendencia que llegue para quedarse.
En el panel online que lleva adelante el IPCVA cada dos meses, con una muestra de 1100 casos con representatividad de todo nuestro territorio, seguimos de cerca los hábitos de compra de los argentinos. En el período comprendido entre el 7 y el 16 de abril, le preguntamos a la gente, “¿Qué piensa que es lo que se debe mejorar en la experiencia del servicio online para que Ud. efectivamente compre online distintos alimentos?” En el caso de la carne vacuna, encontramos que un 66% de los encuestados manifiesta que no compraría online este producto.
Sin embargo, un 34% de la muestra plantea distintas alternativas u opciones que podrían mejorar la experiencia de compra a través de esta modalidad. La posibilidad de mejorar el precio y la frescura y/o conservación del producto a través de este servicio, elevan las expectativas sobre el potencial de las ventas por Internet en el país del asado.
Entre las empresas que están a la cabeza en cuanto a uso según lo declarado por la gente, se encuentran Coto Digital, Carrefour Online, Día y Jumbo.
Cuando la carne viaja en dos ruedas
El uso y la creciente difusión del delivery en esta cuarentena es una de las actividades que más se suelen observar en vivo y en directo cuando se nos ocurre mirar más allá de la ventana.
En nuestra conexión con el mundo exterior, y ni les cuento a la hora del almuerzo o la cena, podemos apreciar cómo se repite día a día, casi como si estuviéramos en la película “El día de la marmota”, un verdadero ejército de motitos y bicis que se dirigen en todas direcciones buscando sus ocasionales destinos. En el gráfico “Compras de alimentos por Delivery”, puede dimensionarse este fenómeno entre los compradores de carne vacuna.
Así, mientras un 76% de las respuestas manifiestan no haber utilizado el servicio de delivery, existe un porcentaje de las respuestas que señalan hacer uso de este servicio para la compra de distintos tipos de alimentos durante esta etapa del confinamiento. Un 13% menciona que ha comprado con esta modalidad productos de almacén, un 9% frutas, un 9% verduras, un 7% carne vacuna, un 7% pollo, un 2% pescado y un 2% cerdo. Las empresas a las que más se recurre en orden de importancia son Pedidos Ya, Rappi, Glovo y Uber Eats.
El consumidor va atravesando en esta cuarentena distintas etapas y el entorno es tan dinámico como cambiante. Entender qué está pasando semana a semana con nuestras conductas, cómo se modifican costumbres y preferencias, puede contribuir a que tomemos mejores decisiones con las compras y el consumo de carnes.
El IPCVA, como referente del sector de ganados y carnes, sigue de cerca este fenómeno acompañando e informando a la gente, no sólo sobre lo que está pasando en el mercado, sino brindando todo tipo de recomendaciones para impulsar un consumo más inteligente y rendidor de la carne vacuna. A seguir cuidándose.