La crisis económica en Argentina ha alcanzado niveles alarmantes, reflejándose en salarios pulverizados y una creciente brecha social. Cristian Desideri, Coordinador del Foro de Reflexión, comparte en una entrevista con Adalberto Rossi la difícil realidad que atraviesa el país, donde el deterioro del poder adquisitivo ha golpeado a todos los sectores, especialmente al agropecuario. “Hoy tenemos un salario pulverizado, y eso atenta contra el consumo y la recuperación económica”, afirma Desideri, poniendo de relieve cómo los costos fijos, desde la salud hasta el transporte, se han incrementado exponencialmente, mientras los ingresos se han estancado.
El acceso a los alimentos, un bien esencial para cualquier ciudadano, se ha convertido en un desafío cada vez mayor. Desideri señala que los precios de productos básicos como la leche o la carne son prohibitivos en comparación con los ingresos medios. Esto, en conjunto con la falta de consenso entre los equipos técnicos de producción y economía, ha generado una incertidumbre devastadora para el país. Desideri enfatiza que la clave para salir de esta crisis está en una planificación seria que priorice la producción de bienes y servicios, especialmente en sectores donde Argentina tiene ventajas competitivas como el agroalimento, la ganadería, la minería y la energía.
A pesar de las dificultades, Desideri se muestra optimista sobre la capacidad de Argentina para generar dólares e inversiones a través de estos sectores clave. Sin embargo, destaca la falta de voluntad política y el continuo enfrentamiento entre los distintos partidos como uno de los mayores obstáculos para avanzar. “La salida es con la producción, pero no se está mirando la producción”, comenta, lamentando que las discusiones políticas están alejadas de la realidad productiva del país.
El contexto político tampoco favorece. Desideri señala que las divisiones internas y la retórica agresiva del actual presidente no están ayudando a crear un clima de confianza y unidad que permita el progreso. “Lo único que se logra es polarizar más las situaciones, profundizando la famosa grieta”, explica, refiriéndose al lenguaje y actitud que se ha convertido en una constante en el discurso presidencial. Este enfoque, en lugar de construir puentes, está generando mayor desconcierto y descontento en la sociedad, especialmente en los sectores productivos.
Una de las grandes preocupaciones de Desideri es la falta de planificación a largo plazo, con una mirada puesta en 2025, año electoral. Existe el temor de que las soluciones reales se posterguen una vez más en favor de promesas electorales vacías. “Nos encontramos en un ciclo repetitivo, donde los gobiernos comienzan a vender ilusiones en los años previos a elecciones”, alerta Desideri, temiendo que el país caiga nuevamente en las mismas trampas que lo han llevado a su actual situación.
Para cerrar, Desideri destaca la importancia de una estrategia económica integrada, que ponga en el centro a la producción como motor del crecimiento. Considera que solo a través de la unidad política, la estabilidad y un enfoque claro hacia la creación de riqueza a partir de los recursos del país, Argentina podrá salir del estancamiento en el que se encuentra. “Necesitamos dejar de lado la polarización y pensar en un proyecto de país inclusivo que beneficie a todos”, concluye.