Experto en bienestar animal, el médico veterinario Bernardo Kojic destacó la necesidad de que los pequeños productores que tienen sistemas alternativos puedan obtener el etiquetado y verificación por parte de los organismos oficiales para comercializar sus productos en los canales tradicionales como supermercados o almacenes.
En el espacio de Cabaña Modelo y su genética Dekalb, Kojic, dijo que “hace un tiempo que los profesionales que venimos trabajando en este tema nos preguntamos si no era hora de devolverle a la gallina el esfuerzo que vino haciendo desde hace algunos miles de años con nosotros. Hoy las producciones son óptimas. Trabajando con buenas líneas genéticas, se obtienen buenos resultados. Tenemos una capacidad de producción y de abastecer nutrientes, que nos permiten por lo menos, prestar un poco más de atención al entorno y eso incluye a los animales”.
El especialista, asesor en producción de huevos y productos alternativos, manifestó que “quienes trabajan en sistemas alternativos catalizan la producción, porque quien no trabaja bien desaparece mucho más rápido. Hay que prestar mucha más atención a los temas sanitarios que en los sistemas tradicionales porque una vez que los problemas se instalan, se difunden mucho más rápidamente. El balance final es que los animales se desempeñan correctamente, las variaciones de producción son muy pequeñas respecto de los sistemas tradicionales”.
Luego, se refirió a las producciones alternativas en el mundo y destacó que Europa estuvo muchos años a la cabeza del Bienestar Animal, “lo cual es muy coherente en cuanto a que van en un sentido y, a pesar de todo lo nuevo que surge, no tuercen sus decisiones respecto de este tema, porque el sistema de Bienestar Animal está estructurado pensando en las sociedades”. Por su parte, indicó que “Taiwan acaba de obligar la identificación de los sistemas de producción, incluso la jaula. Como vemos, hay muchos países que antes no prestaban atención a estos temas y ahora sí lo hacen y se debe a que llegaron a la conclusión de que estableciendo normas de producción en los sistemas alternativos, están de alguna forma defendiendo al pequeño productor y permitiéndole una inserción dentro del mercado productivo, independientemente del tamaño de su granja”, destacó.
En cuanto a la situación local, el especialista en sistemas alternativos dijo que “el pequeño productor no tiene acceso al mercado porque no puede cumplir con el requisito básico de la producción que es la identificación de productos. Esta es la gran traba que pesa sobre los pequeños productores en el país. No pueden explicar en la etiqueta qué hacen, porque los organismos de control no son capaces de verificar si eso es cierto”.
En este sentido, dijo que “los países europeos efectivamente están a la vanguardia e incluso este año estaban por prohibir el sistema de jaula. Los países asiáticos han dado grandes pasos para defender a los productores pequeños. Si una de las ideas de Europa era permitir el desarrollo de productores más pequeños dentro del corral, identificados, registrados y controlados, lo lograron. En España, si bien bajó el volumen de producción por granja, aumentó la cantidad de productores. La misma cantidad de gallinas en manos de más productores”.
En Argentina, “los supermercados ya están requiriendo una parte importante de huevo diferenciado y se encuentran con el problema que no tienen proveedores que puedan cumplir con la normativa de etiquetado. Todo el huevo que uno encuentra en el supermercado con explicaciones muy profusas respecto de los sistemas de producción, son apócrifas porque no pasaron por la oficina del órgano de control. Entonces, ¿No es mejor que permitamos y asumamos que es un sistema de producción? No cambiamos nada, solo la forma en que se produzca y que cada uno tenga la posibilidad de explicarlo, y en las góndolas habrá un lugar -creciente o no, el mercado lo dirá- para esos sistemas de producción. En el medio habrá productores grandes, pequeños y medianos con ese sistema de producción.”, concluyó.