En una charla con Cátedra Avícola y Agropecuaria, Rodrigo Plá, gerente comercial de la División Porcinos y Rumiantes de Cladan, abordó distintas temáticas de la producción de cerdos. La firma, especializada en nutrición y salud animal, brinda asesoramiento a productores con granjas en funcionamiento y también en la puesta en marcha de nuevos proyectos. Desde las instalaciones hasta el plan sanitario y el diseño de dietas, todo se monitorea con el objetivo de hacer más eficiente la producción.
“La producción porcina argentina tiene muchos años de historia pero, en los últimos 20, adquirió una gran velocidad de crecimiento y de tecnificación”, afirmó el médico veterinario Rodrigo Plá, en alusión a la explosión productiva operada en el sector que, en los hechos, se hace palpable para cualquier consumidor: la carne de cerdo está definitivamente incorporada –y en buen grado– en la dieta diaria.
Rodrigo Plá mantiene un trato directo con los productores porcinos, con quienes comparte conocimientos y experiencia, y los asesora en sus emprendimientos. Su trabajo, que comienza en las visitas a las granjas de producción, abarca todos los aspectos: instalaciones, sanidad, provisión de agua, manejo de efluentes, genética y programa alimentario. “Planteamos un escenario inicial y luego se van haciendo recomendaciones hacia dónde sugerimos ir”, resume, en referencia al asesoramiento para la puesta en marcha de un proyecto productivo y su posterior funcionamiento.
En cuanto a las instalaciones de las granjas de confinamiento, se observan especialmente las dimensiones y cantidad de plazas de los galpones, tipo de ventilación, tipo de piso y mantenimiento. Según Plá, “en la actualidad las granjas tienen modelos constructivos bastante similares. La construcción no se discute, se sabe que hay que invertir en espacio, en calidad de comederos y en calidad de ventilación; se trata de una herramienta importante a la hora de producir”.
Si se habla de producción, aparece un tema fundamental: la provisión de agua en el establecimiento. “Todo arranca de tener agua de calidad. La calidad y la cantidad de agua define en gran medida lo que se pretende hacer en producción porcina, o de cualquier proteína animal. Una evaluación de calidad y disponibilidad de agua es esencial a la hora de iniciar un proyecto de cualquier criadero”, afirma Plá.
Desde Cladan recomiendan a los productores realizar un análisis físico químico del agua cada seis meses y, una vez por año, uno microbiológico. También recomiendan realizar un control de pozos y de reservorios (tanques o cisternas) y tomar muestras en chupetes en distintos sectores de la granja (maternidad, recría y engorde) para conocer con certeza cómo funciona la distribución del agua.
A la provisión de agua se suma el manejo de los efluentes. Plá puntualiza que si bien actualmente a los efluentes se les da un uso agrícola, “sigue siendo un desafío la administración de los mismos”. En ese sentido, destaca que “hay técnicos especializados en el manejo de efluentes y se desarrolló tecnología para hacer un mejor aprovechamiento de los mismos” y señala que “se logran buenos resultados agronómicos haciendo un buen uso de los efluentes”. Lo cierto es que la generación de efluentes hace necesaria una solución de tratamiento. En el mundo hay experiencia en el tema, y ejemplos interesantes: en Estados Unidos, las tasas de los créditos para inversión en el sector porcino se reducen si hay una garantía por parte del productor que los efluentes serán utilizados como insumo agronómico. Un estímulo interesante que podría llegar –por qué no– a los productores de esta región del globo.
El diseño del plan nutricional para el establecimiento es resultado de variables atendidas previamente. “Para un plan nutricional tiene mucho que ver la calidad de las instalaciones, la cantidad de espacio que se puede suministrar, las materias primas de que disponemos, la genética, el destino que tendrán los cerdos… Con toda esa información planteamos el programa de alimentación, también en función de la genética y de la sanidad”, comenta Plá.
A propósito de genética, el representante de Cladan asevera que “Argentina está en una muy buena situación genética; hoy tenemos oferta genética a nivel país que compite y está a la altura de cualquier país del mundo y todas las líneas genéticas más importantes del mundo están presentes en el país”. Y en cuanto al aspecto sanitario, que se suma al potencial genético, resalta que “el país tiene un estatus sanitario altísimo y eso es un activo de gran valor; producir sin enfermedades, que tienen otros países, nos hace muy competitivos”.
Para Rodrigo Plá, el futuro del sector se ve promisorio. “Está todo para producir: agua de calidad, materias primas de calidad, salud, espacio, equipos técnicos, genética. Al sector sólo le queda seguir creciendo: que los productores crezcan en sus volúmenes de negocios, que entren más actores al negocio. Le queda un escenario de crecimiento”, sostiene convencido.