Roberto Harkes, director técnico de Bedson, destaca la historia y la innovación de la empresa en la producción de medicamentos veterinarios, con un enfoque particular en la fosfomicina. Este antibiótico, desarrollado por Bedson en 1981, ha sido crucial para combatir brotes de salmonela en Argentina, y es reconocido a nivel mundial por su capacidad de eliminarse del organismo sin metabolizarse en el hígado, lo que lo hace seguro y eficaz para su uso en la producción avícola.