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    Excelencia productiva y compromiso tecnológico de la mano de Ovobrand

    La avicultura en Argentina es uno de los sectores productivos más dinámicos y con mayor proyección a futuro. La demanda interna de huevos y carne aviar continúa en aumento, mientras que la mirada al mercado externo mantiene su vigencia en la búsqueda de consolidar exportaciones de alto valor agregado. En este contexto, Ovobrand se ha posicionado como uno de los pilares fundamentales de la industria, tanto por su escala de producción como por su apuesta a la innovación, a la bioseguridad y a los resultados de excelencia.

    En una entrevista reciente para el programa de TV Cátedra Avícola & Agropecuaria, el periodista Adalberto Rossi recorrió las instalaciones de Ovobrand y conversó con Agustín Caino, Gerente de Producción de la empresa. Caino compartió detalles sobre el crecimiento de Ovobrand, su manejo de la genética y la importancia de la bioseguridad dentro de un sistema productivo tecnificado.

    Un gigante en la producción de huevos

    Ovobrand se ha consolidado como la empresa más grande de Argentina en el sector: actualmente cuenta con más de 1,5 millones de gallinas en postura y 520 mil en recría, totalizando 2,02 millones de aves. Este impresionante volumen de producción la ubica como el principal referente a nivel nacional. Según Caino, mantener un plantel de esta magnitud demanda no solo infraestructura y tecnología de punta, sino también un manejo minucioso y protocolos claros que garanticen el bienestar de las aves y el máximo rendimiento productivo.

    Tecnología de vanguardia y genética Hy-Line

    Uno de los pilares de la productividad de Ovobrand es el uso de genética Hy-Line, específicamente la línea W80. En los inicios de la empresa se trabajó con la variedad W36, pero desde hace varios años se apuesta a la W80, cuyos resultados han sido sumamente positivos. Caino resaltó que esta ave muestra un consumo más elevado, lo que facilita la gestión de la alimentación, manteniendo a la vez excelentes conversiones y una postura elevada durante un periodo prolongado.

    La llegada a los 60 gramos de peso de huevo se alcanza con mayor rapidez, lo que beneficia la comercialización y, al mismo tiempo, evita un crecimiento desmedido que pueda perjudicar la calidad del cascarón en edades avanzadas. Esta combinación de factores —genética y manejo— se traduce en índices de postura por encima del 90% durante un lapso prolongado y en niveles de mortalidad muy bajos, algo que hasta hace pocos años habría sido impensado a gran escala.

    Bioseguridad: la clave del éxito

    Dentro de la rutina diaria de Agustín Caino, la bioseguridad es una prioridad absoluta. Ovobrand cuenta con protocolos estrictos que garantizan la prevención de enfermedades, contemplando el ingreso de personas y vehículos, la desinfección de instalaciones y la constante supervisión de cada etapa de la producción. Caino enfatiza que la bioseguridad aporta cerca de “un 80%” de la garantía de buenos resultados; sin ella, toda la inversión en tecnología y genética corre un gran riesgo.

    La empresa ha reforzado aún más estos protocolos a raíz de eventos sanitarios mundiales y locales, conscientes de que un brote de influenza aviar o cualquier otra enfermedad representaría un riesgo enorme para un plantel de esta magnitud. Por ello, el seguimiento estricto de normas y procedimientos se ha vuelto una tarea cotidiana para el equipo, encabezado por Caino.