El mercado de la carne vacuna en Argentina está viviendo un momento de recuperación impulsado por un repunte en los precios internacionales. Durante una entrevista en el programa radial Cátedra Avícola & Agropecuaria, Raúl Milano, director institucional del Mercado Ganadero de Rosario (Rosgan), analizó las implicancias de este fenómeno para el mercado local e internacional, destacando tanto los desafíos como las oportunidades que surgen para el sector ganadero.
El impulso de China y Estados Unidos en el mercado internacional
En los últimos meses, dos ferias clave —la realizada en China y la SIAL de París— han sido escenarios de reconexión entre compradores y exportadores de carne vacuna. Según Milano, China, que representa el 35% de la demanda mundial, comenzó a mostrar signos de mayor actividad tras un período de precios bajos, influido por el abastecimiento desde Brasil. Por otro lado, Estados Unidos, afectado por una crisis de stock ganadero, también está estimulando el mercado al buscar nuevos proveedores, beneficiando a países como Argentina. Estos factores han permitido un aumento de hasta 200 dólares en los precios de exportación, dando un respiro al sector.
Impacto en el mercado local: precios y consumo
El mercado interno argentino muestra una leve recuperación, con precios incrementándose hasta un 10% en las últimas semanas, especialmente en el segmento de novillos pesados. Sin embargo, esta mejora se enfrenta a un contexto de consumo interno en declive: los argentinos han reducido su consumo de carne vacuna de 75 kilos per cápita hace dos décadas a cerca de 50 kilos en la actualidad. Este descenso responde tanto a cambios culturales como a restricciones económicas, con un consumidor que ahora diversifica su dieta con pollo, cerdo y otras carnes.
Argentina en el podio exportador
Argentina sigue siendo un actor crucial en el comercio internacional de carne vacuna, posicionándose entre los cinco principales exportadores a nivel mundial con un volumen anual de 900.000 toneladas. La Cuota Hilton, destinada a Europa, es un pilar fundamental, y el país lidera este mercado con cortes provenientes de animales criados a pasto, una característica diferenciadora que resalta su calidad y origen natural. Esta estrategia es esencial para mantener su competitividad frente a mercados como Estados Unidos y Uruguay.
El camino hacia la trazabilidad individual
Uno de los desafíos más significativos para el sector es la implementación de la trazabilidad individual, un sistema que permite seguir al animal desde su crianza hasta su faena. Esta herramienta, ya utilizada en mercados como Europa y Uruguay, se está consolidando como un requisito indispensable para atender las demandas de consumidores que valoran la transparencia y el origen de los productos que consumen. Milano destacó que este avance no solo garantiza la calidad del producto, sino que también refuerza la confianza en los mercados internacionales.
Exportación como motor del crecimiento
El futuro del sector ganadero argentino depende en gran medida de su capacidad para fortalecer las exportaciones. Con un mercado interno que difícilmente recupere los niveles históricos de consumo, la apertura a nuevos destinos y la consolidación de los mercados actuales son claves. En este contexto, la trazabilidad individual, la diferenciación por calidad y la capacidad de adaptarse a las demandas internacionales se presentan como herramientas fundamentales para el éxito.
Una industria en transformación
El repunte de precios en el mercado internacional y las oportunidades que presenta la exportación colocan a la ganadería argentina en una posición estratégica. Sin embargo, este momento requiere un enfoque proactivo, con inversiones en tecnología y políticas que impulsen la competitividad del sector. Como señala Raúl Milano, la industria cárnica argentina tiene un gran potencial para liderar en los mercados globales, siempre que se prioricen la innovación, la calidad y la sustentabilidad.