La agroindustria argentina sigue siendo un pilar fundamental para la economía del país, generando seis de cada diez dólares provenientes de las exportaciones. Así lo destacó Nicolle Pisani Claro, Economista Jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), en una entrevista con Adalberto Rossi en el programa radial Cátedra Avícola & Agropecuaria. Durante la conversación, Pisani Claro presentó los resultados del último Monitor de Exportaciones Agroindustriales, subrayando tanto los logros como los desafíos que enfrenta el sector.
Según el informe de FADA, en los primeros seis meses del año, las exportaciones agroindustriales alcanzaron los 24.000 millones de dólares, lo que representa un incremento del 20% en comparación con el mismo período de 2023. Este crecimiento, aunque alentador, está en parte condicionado por la recuperación tras la severa sequía que afectó al país el año pasado. “Si bien tenemos mayor producción, estamos en un contexto de precios muy determinados, lo que complica el panorama,” explicó Pisani Claro.
Exportaciones Agroindustriales 🚢 
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🔹 Crecieron casi un 20% las exportaciones del agro, pero con problemas.
🔹 Aún mucho por hacer: Pocos acuerdos internacionales y muchas trabas: ¿Qué frena a Argentina para escalar en el comercio global?
🔹 6 de cada 10 dólares vienen de la agroindustria.
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En cuanto a los productos que lideran estas exportaciones, Argentina se mantiene como un actor clave en el mercado mundial. El país es el principal exportador de productos como jugo y aceite de limón, y ocupa posiciones destacadas en la exportación de aceite de soja, maíz y harina de soja. “Argentina tiene una presencia significativa en los mercados globales, no solo en productos primarios, sino también en aquellos con valor agregado,” comentó Pisani Claro, poniendo en valor la capacidad competitiva de la agroindustria argentina.
No obstante, el camino hacia un mayor desarrollo y expansión de las exportaciones no está exento de obstáculos. Pisani Claro identificó cuatro áreas clave donde se requiere acción para potenciar aún más el sector. En primer lugar, el atraso cambiario sigue siendo un factor que desincentiva las exportaciones, afectando la competitividad de los productos argentinos en el exterior. Además, los derechos de exportación continúan siendo una carga significativa que limita la inversión y la generación de empleo en el sector.
La burocracia es otro desafío importante. Pisani Claro señaló que la excesiva cantidad de trámites administrativos no solo complica las exportaciones, sino también las operaciones en el mercado interno. “Aunque se han hecho esfuerzos por reducir esta carga burocrática, aún queda mucho por hacer para facilitar las exportaciones y mejorar la eficiencia en el sector,” afirmó.
Finalmente, la economista subrayó la importancia de generar acuerdos comerciales internacionales que puedan abrir nuevos mercados y reducir barreras arancelarias y sanitarias. “El trabajo conjunto entre el sector público y el privado es esencial para que Argentina pueda aprovechar al máximo su potencial en los mercados globales,” enfatizó.
A pesar de estos desafíos, Pisani Claro es optimista sobre el futuro de la agroindustria argentina. “Los recursos y capacidades están disponibles; lo que necesitamos es un entorno más favorable que permita al sector expandirse y generar aún más beneficios para la economía del país,” concluyó.
Este análisis de Nicolle Pisani Claro deja claro que, aunque el sector agroindustrial argentino ha demostrado su resiliencia y capacidad de crecimiento, las reformas estructurales son esenciales para desbloquear su verdadero potencial y asegurar su lugar como un actor clave en la economía global.