En tiempos de alta volatilidad global y tensiones políticas locales, la mirada estratégica se vuelve una herramienta imprescindible. El ingeniero Cristian Desideri aportó en su participación en Cátedra Avícola & Agropecuaria un análisis lúcido sobre los efectos que la nueva política arancelaria de Estados Unidos puede tener en la economía argentina, en especial sobre el sector agroindustrial, y alertó sobre la necesidad de respuestas firmes y coordinadas desde el gobierno nacional.
Según Desideri, el intento de Trump por reposicionar a Estados Unidos en el centro del tablero mundial a través de políticas proteccionistas está provocando una reacción en cadena, que incluye alianzas impensadas como la de China con Japón y Corea del Sur. Aunque parte del accionar del expresidente puede leerse como una estrategia de negociación —más teatral que estructural—, las repercusiones ya se sienten en los mercados, con desplomes bursátiles y caídas en los precios internacionales de los agrocommodities.
Para la Argentina, país exportador neto de alimentos y energía, esta guerra comercial entre gigantes representa una amenaza silenciosa. “Somos espectadores, pero nos afecta directamente”, advirtió Desideri. Las consecuencias más inmediatas se verían reflejadas en la rentabilidad de sectores clave como los biocombustibles, el agro y Vaca Muerta, sin contar la dificultad adicional que representa un escenario internacional inestable para conseguir inversiones o negociar acuerdos comerciales favorables.
El analista también dedicó una parte de su reflexión a las tensiones internas que atraviesa el país, con una política exterior errática, protagonizada por un gobierno que, en su visión, “carece de diplomacia” y confía excesivamente en el show mediático por encima de las señales institucionales. En este contexto, cuestionó la ausencia de gestos concretos del presidente Milei hacia los actores económicos clave, como el campo o el sector financiero, ante el embate arancelario estadounidense.
Desideri fue claro al señalar que “la Argentina necesita sentar a los sectores productivos en la mesa”, porque sin señales coordinadas los mercados tienden a profundizar su incertidumbre. A esto se suma un escenario de inflación persistente, pese a los indicadores macroeconómicos positivos que exhibe el gobierno. “La gente va al supermercado y no lo nota. Ahí es donde las estridencias empiezan a perder gracia”, sostuvo.
El Foro de Reflexión, que lidera Desideri, comenzará un ciclo de webinars con especialistas internacionales como el colombiano Alejandro Cárdenas Morales, con el objetivo de analizar el devenir del comercio global y su impacto en mercados internos. “Si el mundo vuelve a encerrarse en sí mismo, nos espera recesión y retroceso tecnológico”, concluyó Desideri. Una advertencia que cobra especial relevancia para la industria avícola y agroalimentaria argentina, que depende más que nunca de un entorno estable, previsible y con reglas claras.