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    Influenza Aviar en EE.UU: qué puede pasar en Argentina

    Se confirmó un caso de influenza aviar en un lote de ponedoras de Jefferson, Wisconsin, y, si bien la Argentina es país libre de esta enfermedad,  es muy importante mantener y reforzar las medidas de bioseguridad. María Eugenia Ferrer, responsable del Programa de Sanidad Aviar del SENASA, destaca qué hay que tener en cuenta para que la Influenza no ingrese a las granjas locales

    La influenza aviar es una enfermedad contagiosa causada por  tipo de virus que afecta tanto a aves de corral como a las silvestres. Esta transmisión puede ser por contacto directo de secreciones de animales infectados o a través de material contaminado. Las aves silvestres, especialmente las acuáticas y las migratorias, son consideradas responsables naturales de esta enfermedad y de llevarla de un lugar a otro.

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    “Argentina tiene un estatus privilegiado y por lo tanto es una enfermedad exótica para nuestro país, pero la introducción de este virus generaría un impacto muy fuerte en el bienestar de las aves así como  también en la economía por las restricciones de los mercados internacionales”, explicó la especialista y alertó que “es una zoonosis, por lo tanto también tendrían consecuencias en la salud pública”.

    “Para preservar este estatus sanitario privilegiado estamos generando acciones enfocadas en la prevención,  en la detección temprana. De esta forma, fiscalizamos establecimientos en lo que respecta a medidas de bioseguridad, realizamos campañas de concientización y hacemos muestreos, pero también tenemos un programa de  vigilancia pasiva, esto quiere decir que si recibimos alguna denuncia de aves silvestres muertas en algún espacio público, inmediatamente vamos a investigar”, indicó Ferrer.

    Respecto del brote de Influenza detectado en EE.UU, la especialista explicó que “el SENASA recibió una alerta por parte de la FAO y recomendó a los países de América Latina y el Caribe para que estemos preparados y fortalezcamos nuestras medidas de seguridad, campaña de concientización y vigilancia pasiva”, puntualizó.  “El brote comenzó en Canadá, en una granja de exhibición y luego se trasladó al este de EE.UU, fundamentalmente por la ruta migratoria.  Si bien todo indica que las aves silvestres son transmisoras del virus, una vez que la enfermedad ingresa en una granja, se propaga a otros lugares a través de materiales o el mismo personal que trabaja adentro”, subrayó.

    En este sentido, Ferrer fue muy categórica “si llega a haber un brote de influenza en Argentina, perdemos todos. Sería una desgracia, por eso todas las granjas de producción avícola deben cumplir con una normativa habilitación sanitaria respecto de los requisitos de manejo de higiene y bioseguridad del establecimiento” y especificó que “dentro de los requisitos, se restringe el ingreso de personas ajenas al establecimiento y desde el SENASA estamos concientizando para que aquellas personas que viajan a países que tengan presencia de Influenza Aviar tomen los recaudos de no ingresar a granjas avícolas y que ni siquiera que tengan contacto con personas que se dedican a la producción por lo menos por 72hs.

    Es muy importante tener un control de la estructura del establecimiento, un control de plagas, que el agua sea potable, también es esencial tener en cuenta cosas básicas como el lavado de manosSi esto no se cumple se pone en riesgo no solo al establecimiento sino a todo el sector”.

    La experta concluyó que  “para que el engranaje funcione correctamente, el SENASA puso a disposición de los usuarios diferentes líneas de comunicación para poder hacer las denuncias ante una sospecha de la presencia de la enfermedad como la APP de notificaciones SENASA, una dirección de mail y líneas telefónicas”.