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    Influenza aviar: prevención, alerta y cuidado ante un caso de traspatio en Chaco

    En una entrevista con Adalberto Rossi para Cátedra Avícola & Agropecuaria, el M.V. Yari Lucerna, miembro del comité científico de CAPIA, abordó el reciente caso de influenza aviar detectado en Chaco. Lucerna explicó la importancia de extremar las medidas de bioseguridad y aclaró dudas sobre el contagio y el consumo de productos avícolas.

    El sector avícola argentino enfrenta un nuevo desafío tras la detección de un caso de influenza aviar de alta patogenicidad en aves de traspatio en Tres Isletas, Chaco. Aunque este caso no afecta el comercio de productos avícolas ni implica restricciones internacionales, genera preocupación y resalta la importancia de reforzar las medidas de bioseguridad.

    Durante la entrevista, Yari Lucerna destacó que la detección en aves de traspatio, fuera del sistema comercial, no conlleva riesgos para la comercialización, pero sí exige máxima precaución entre productores y profesionales del sector. “Si bien el caso no afecta al mercado, es fundamental extremar las medidas preventivas para evitar cualquier posible propagación”, afirmó.

    Lucerna subrayó la necesidad de que todos los productores, incluso quienes no están asociados a cámaras como CAPIA o CEPA, refuercen su atención a las prácticas de bioseguridad. “Es común relajarse cuando los casos están lejos, pero la cercanía del virus es una señal para chequear cada protocolo, desde la calidad del agua hasta el control de accesos”, explicó.

    Entre las medidas clave, Lucerna insistió en la importancia de revisar la cloración del agua, una vía potencial de ingreso del virus si no se desinfecta adecuadamente. También resaltó la necesidad de proteger a las aves de traspatio, manteniéndolas resguardadas y sin contacto con aves silvestres, que son un vector frecuente de contagio.

    Respecto a los síntomas de la influenza aviar, Lucerna coincidió con los reportes del SENASA y enfatizó que el signo más evidente es la mortandad repentina y anormal. “Si un productor nota que varias aves mueren de golpe o rechazan el alimento, debe considerarlo una señal de alerta”, afirmó. Además, recordó que la baja en el consumo de alimento es un indicador temprano y crucial para detectar la enfermedad.

    Lucerna aclaró un punto fundamental para los consumidores: el virus no se transmite por el consumo de carne de pollo o huevos, especialmente si están cocidos. “El contagio se da solo por contacto directo con un ave infectada y con alta carga viral. Un huevo cocido o un pollo faenado no representan riesgo alguno”, subrayó.

    Finalmente, el experto remarcó la importancia de notificar inmediatamente cualquier sospecha al SENASA, utilizando la línea de WhatsApp (11 5700 5704) o el correo electrónico notificaciones@senasa.gov.ar. “La rápida comunicación es clave para evitar la propagación y proteger tanto a la industria como a los productores”, concluyó.

    Con este llamado a la prevención y a la responsabilidad compartida, el sector avícola argentino se prepara para enfrentar el desafío, consciente de que la bioseguridad es la mejor defensa ante una amenaza que, aunque controlada, no debe ser subestimada.