Frente al avance de la Influenza Aviar en el país, el especialista Horacio Gamero, titular de HG Poultry Consulting, indicó que “es una enfermedad compleja, predecible por un lado e impredecible por otro. En general, luego de una semana de lluvia, desaparecen los casos por 15 o 20 días. Por otro lado, tenemos la gran preocupación de que, si bien en invierno se retiran las aves migratorias, no sabemos qué va a pasar con aquella parte que todavía está contaminada, porque el invierno hace que el virus pueda permanecer más en el medio ambiente”. “En mi caso, desconozco cuál es la población de aves que está infectada, por lo tanto deberíamos ir más allá de las medidas de bioseguridad”, resaltó el médico veterinario. En este sentido, sugirió a la vacunación como una posible salida. “Se está dilatando demasiado esta decisión. Yo recomiendo hacer un programa que sea serio, inmunizar a todas las aves de ciclo largo y tomarnos un tiempo para ver qué pasa”. Gamero afirmó así que el programa debería haber iniciado hace un tiempo y debe tener una fecha de finalización. “Esto permite por un lado cortar la circulación viral y por el otro estructurar las medidas de bioseguridad que requieren de una inversión y de una capacitación que, a veces, es lo más complejo de lograr”, aseguró.
El especialista se refirió entonces a las medidas que se están tomando en México –donde la enfermedad está instalada- y apuntó a que “muchas veces controlamos que se cumplan estrictamente las medidas de bioseguridad dentro de la granja, pero no controlamos por ejemplo cómo es la cabina del camión de los proveedores”. “Hay que tener en cuenta todos y cada uno de los detalles y ser muy firme y estrictos al respecto”, añadió.
En otro aspecto, recomendó a las empresas que tengan a una persona especializada en bioseguridad y, si es necesario, crear un área que se ocupe solo de eso. “La etapa de mantenimiento del programa contra la Influenza es una de las más importantes, no podemos relajarnos”, indicó. “Hay que trabajar muy duro en la capacitación y entrenamiento de todo el personal, porque si no estamos tomando riesgos que nos dejan sin trabajo a todos”, destacó.
“Hay muchas cosas que se hacen de manera impulsiva, ya que las decisiones que se tomen en materia de bioseguridad tienen que estar avaladas por la ciencia”, dijo Gamero. En esta misma línea dio el ejemplo de la desinfección del calzado , “la norma de bioseguridad exige que el calzado se sumerga por lo menos 5 minutos en el pediluvio con líquido desinfectante, pero hasta ahora no vi a nadie que lo haga”. “Hay muy buenos trabajos en el mundo sobre bioseguridad, entonces debemos revisar las cosas que hacemos y por qué las hacemos, porque si no gastamos recursos y trabajamos muy duro en algo que no nos está dando resultados”, concluyó.