Después de dos años de cancelación obligada por la pandemia, nuevamente abrió sus puertas la tradicional Exposición Rural en la ciudad de Buenos Aires. Se trata de la 134° edición y, como es regla, el evento es la gran vidriera del campo en la ciudad, la posibilidad de mostrar el universo de la producción en un ámbito urbano por excelencia.
De ahí que la famosa Rural sea, además de una muestra ganadera, de maquinaria agrícola de última generación y de empresas ligadas a la provisión de insumos para el sector, un espacio de oferta de productos para los visitantes. Como se sabe, en el campo se producen los alimentos que terminan en las mesas de la ciudad.
La Asociación Argentina de Angus es la única entidad de criadores con certificación para exportación. De ahí proviene el Argentine Angus Beef, un sello que destaca atributo de origen y calidad de la carne de la Asociación con reconocimiento mundial, enmarcado en el Programa Nacional de Certificación de Calidad en Alimentos del SENASA. La certificación también cuenta con la habilitación del Food Safety and Inspection Service del USDA, lo que permite el ingreso directo de este producto certificado al mercado de Estados Unidos.
“Somos la única certificadora”, afirmó Alfonso Bustillo, presidente de la Asociación Argentina de Angus. Destacó que actualmente se certifica la carne para exportación y que la entidad trabaja en la certificación para el mercado interno. La opción ofrecida en el stand es el paso inicial.
“Poder comprar carne Angus certificada es garantizar al consumidor un producto que tiene todos los atributos de calidad garantizados, como son saber que es Angus, que proviene de un animal joven, que tiene grasa intramuscular, que tiene un manejo correcto para el bienestar animal; el consumidor tiene garantía que esos atributos estarán en el bife”, explicó Bustillo. En efecto, el sello garantiza el cumplimiento de especificaciones de calidad fenotípicas de la raza en corrales y en el proceso de faena: edad, clasificación y tipificación, marbling o veteado la carne; esto permite que el producto reúna sus características de terneza y sabor.
Salemme resaltó que en el stand de la Asociación se pueden comprar estos cortes de carne que son tan apreciados en el mundo, a la vez que anticipó que también podrán adquirirse en un comercio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que los tendrá disponibles durante todo el año. A eso se refirió, justamente, Facundo Gómez de Álzaga, de la carnicería La Ciencia del Asado: “Ofrecemos carne certificada Angus de animales de hasta dos años de edad; es una carne que tiene certificación, un proceso similar a unas normas ISO: desde la selección del animal, su crianza, y todo el procesamiento, llegando al envasado al vacío de los cortes. Este producto va todo al exterior y ésta es una de las primeras veces que se ofrecen al público”. En el stand de Angus hay una lista interesante de cortes a la venta: lomo, entraña, bife ancho (bife de chorizo), bife angosto (ojo de bife), tapa de cuadril y colita de cuadril.
En el mundo crece la tendencia que promueve la alimentación saludable y el consumo de productos con trazabilidad, lo que permite conocer su origen y procesamiento. En esa línea se ubica el objetivo de la institución de trabajar para alcanzar la certificación de la carne Angus para el mercado interno y ofrecer el producto en distintos puntos del país.
Los antecedentes
La Asociación Argentina de Angus creó un programa propio y específico para la certificación de la carne de animales de la raza, denominado Carne Angus Certificada. Tenía por objetivos, entre otros, aumentar la difusión de la raza a través de su carne, creando una marca que “le pusiera nombre y apellido” al producto y garantizar la legitimidad del mismo.
La certificación comenzó en 1994, cuando la entonces Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Nación otorgó una parte de la Cuota Hilton a distintos grupos de productores y asociaciones de criadores.
En esa distribución de la cuota, de cortes de mayor calidad, a la Asociación de Angus se le adjudicaron 100 toneladas, una de las mayores en cuanto a volumen. La asignación indicaba que se debía cumplir con los envíos de carne en un plazo que iba desde septiembre de 1994 al 30 de junio de 1995. Así fue que se concretó la primera faena en la planta del frigorífico CEPA, en el partido bonaerense de San Vicente, y la carne enviada fue directo a las parrillas y restaurantes de la firma alemana Maredo TransMeat.
El programa comenzó a crecer. Entre 1994 y 1996, técnicos de Angus viajaron a Estados Unidos para entrenarse y conocer de cerca los distintos aspectos de la comercialización de carnes certificadas en el país del norte. Apuntaron especialmente a un programa: “Certified AnGus Beef” de la American AnGus Association. En estos viajes también se tejieron los contactos con el poderoso Departamento de Agricultura (USDA), que más tarde posibilitó el lanzamiento de un programa especial.
Lo demás fue un envión importante. Llegó la incursión a Italia, de la mano de la firma Bervini Primo SRL, con frigoríficos en el pueblo de Salvaterra, en la provincia de Reggio Emilia. Luego se sumaron las certificaciones para exportar, entre otros destinos, a España, Portugal, Canadá, Brasil, Inglaterra y Suecia.