La sanidad aviar en Argentina ha sido un tema central en la agenda de productores y autoridades, especialmente después de los recientes brotes de influenza aviar que golpearon duramente al sector. En una entrevista realizada por Adalberto Rossi para el programa Cátedra Avícola & Agropecuaria, el Dr. Raúl Buthay, un referente en el área y Gerente de Producción de Grupo Motta, nos ofrece un panorama detallado de la situación actual y los desafíos que enfrenta la avicultura en el país.
El Dr. Buthay señala que, a pesar de que actualmente se vive una situación de tranquilidad relativa, el sector se mantiene en alerta constante. “El productor no se ha relajado, y el Senasa ha intensificado los controles y la verificación de las normas de bioseguridad”, menciona Buthay, destacando el esfuerzo conjunto entre el sector público y privado para prevenir nuevos brotes.
Durante el brote de influenza en Entre Ríos, Grupo Motta jugó un papel crucial en la contención de la enfermedad. Buthay recuerda cómo, en coordinación con otras entidades, lograron movilizar recursos rápidamente para sacrificar a los animales infectados y evitar la propagación del virus. Este esfuerzo colaborativo permitió resolver la situación en apenas 48 horas, evitando un desastre mayor.
Sin embargo, no todo es positivo. Buthay advierte sobre la presencia de otras enfermedades que siguen afectando al sector. La hepatitis a cuerpos de inclusión, por ejemplo, está causando estragos en algunas regiones de Entre Ríos y Buenos Aires. “Esta enfermedad está generando situaciones económicas comprometedoras para las empresas afectadas”, indica, subrayando la necesidad de estrategias de vacío sanitario y mejoras en la bioseguridad para combatirla.
El Dr. Buthay también aborda las diferencias en la situación sanitaria entre los sectores de ponedoras y pollos de carne. Mientras que las granjas de ponedoras gozan de una sanidad en general buena, las granjas de pollos de carne enfrentan serios problemas con enfermedades como la hepatitis. “Las inversiones en tecnología y la implementación de sistemas de producción eficientes son cruciales para mejorar esta situación”, afirma.
En cuanto al impacto de las condiciones climáticas en la producción, Buthay explica cómo las altas temperaturas y las heladas pueden afectar tanto a la producción de huevos como de carne. Estos factores, junto con la falta de descanso adecuado entre crianzas, contribuyen a la proliferación de enfermedades y afectan la oferta en el mercado interno.
El futuro de la avicultura en Argentina dependerá en gran medida de la capacidad del sector para adaptarse a los desafíos sanitarios y económicos. Buthay destaca la importancia de las inversiones en tecnología y la modernización de las granjas para aumentar la eficiencia y competitividad. “Las empresas que logren implementar estos cambios serán las que sobrevivan y prosperen”, asegura.
Finalmente, Buthay subraya la necesidad de una mayor integración vertical en el sector. Con menos productores integrados y más empresas tomando control directo de la producción, el enfoque en la bioseguridad y la eficiencia será crucial para mantener la sostenibilidad del sector.