Luego de dejar su cargo como secretario de de Agricultura, Ganadería y Pesca de La Nación de la gestión de Julián Dominguez, Matías Lestani, cuenta qué significó en su carrera ser un funcionario público. “Cuando uno entra a la función pública tiene que entender en primer lugar que es circunstancial y, por otro lado, que necesitas un cuero muy grueso para resistir las críticas, porque en definitiva saber que te van a pegar a hasta tus propios amigos”, aseguró.
Quien se desempeñara como economista jefe de CRA, agregó que cuando le llegó la propuesta de formar parte del Ministerio de Agricultura, “entendí la diferencia entre ser un habitante y un ciudadano. Si vos sos ciudadano tenés la responsabilidad de responder a quien te llama, porque entienden que estás capacitado técnicamente para asumir. El deber de todo ciudadano es poder aportar, independientemente de los colores partidarios que tengas. Yo soy un cuadro técnico y me llamaron para eso”, subrayó.
Lestani aseguró que haber estado en la cartera agrícola “fue una linda experiencia” y que sumó a formación personal y la forma de ver y “modelizar las acciones que uno toma, porque te abre mucho la cabeza. Aprendí a modelizar para el sistema en su conjunto. Entendí que la mejor opción es lo mejor para el sistema, no solo para el eslabón, porque en definitiva a nosotros nos van a juzgar por las medidas que tomamos para el conjunto”.
Al referirse a quien fuera Ministro de Agricultura, Julián Dominguez, con quien le tocó trabajar, Lestani dijo que “una de sus principales virtudes es que sabe escuchar, una rara cualidad en un gran lider” y que “se blindó técnicamente, de hecho yo no lo conocía personalmente antes de entrar a la gestión”. También, agregó que todos los planes necesitan de una maduración y tiempo de impacto cuando los lanzas, “lo que pasa en la política argentina en general, y que termina repercutiendo en las políticas públicas, es que no están consensuadas a nivel político, ni blindadas ante cualquier cambio de contexto o de coyuntura”. En este sentido, apuntó a que “de campaña campaña fina, pasaron tres ministros, por eso es imposible mantener políticas en el tiempo. En el Ministerio hay gente muy capacitada, pero si cambian la brújula y la dirección del barco cada 4 o 6 meses, es peor todavía”.
En otro orden, Lestani marcó la necesidad de cdfinir una política pública estable, a largo plazo para la ganadería y para la agricultura, con construcción de consensos. “La función pública es el acompañamiento del sector privado, y es la razón de ser del Estado, no a la inversa. Como Ministerio tenés que pensar en el conjunto de la producción. Nos debemos a los privados, a aquel que se levanta todos los días para que el país siga adelante, a pesar de todos los inconvenientes que tenga”.
“El productor argentino reinvierte en su campo. Son el motor productivo del país y desde el sector público tenemos que acompañarlos. No se puede hacer política pública para un estrato, sino para todos. Como productores agropecuarios tenemos un desafío que es la generación de las licencias sociales con el resto de la sociedad, se trata de cómo nos ve el resto de la sociedad respecto de lo que hacemos”, destacó.