Al referirse al contexto económico mundial, el empresario señaló que “hay simbronazos. Una cosa era la economía mundial pre guerra entre Ucrania y Rusia, y otra muy diferente será a partir de ahora, lo que indudablemente ha puesto muy nerviosos a los mercados internacionales”.
En este sentido agregó que “se ve una línea de no satisfacción plena en los requerimientos de insumos básicos que se requieren para producir, y empieza una puja distributiva, más de producto que de dinero. Por eso, hemos visto disparadas tan bruscas en los precios de granos, que son los componentes que forman parte de nuestra batería productiva, ya que la avicultura es una de las fuentes transformadoras naturales de estos granos.”, aseguró.
Respecto de los desafíos que enfrenta el sector avícola en particular, Motta opinó que “la Argentina tiene hoy una importante plataforma productiva, muy dinámica y tecnificada que está en perfectas condiciones de abastecer el mercado interno”. Sin embargo, reconoció que “existen problemas al momento de abordar la exportación, que es un gran desafío y lo seguirá siendo para la avicultura en general”. Al respecto, el empresario hizo hincapié en que “lo que nos falta todavía en el sector avícola es la articulación con políticas gubernamentales que nos den un horizonte permanente y claro para poder participar en el mercado internacional, en el cual uno ingresa y debe tratar de no salir, porque una vez que se sale, hay un incumplimiento del cual es muy difícil retornar”. De esta manera, Motta dijo que prefiere “un desarrollo lento pero seguro y no incursiones rápidas que nos hagan entrar rápidamente por precio y salir por el mismo motivo. Nos debemos la actualización del diseño de una política exterior en materia de producción integral de Argentina”, sentenció.
Motta dijo a su vez que en materia de avicultura, “es el momento de seguir buscando el consenso de políticas activas que hagan competitivo al sector, no solo para ingresar en los mercados internacionales, sino también para sostenerlo. Estamos en condiciones de producir y nos situamos ante un reto importante, tanto de parte del Gobierno hacia la avicultura argentina como desde el sector por el solo hecho de seguir creciendo. Estamos al borde de comenzar una tarea de plantar 1.200 galpones nuevos como así también reacondicionar los que están obsoletos, lo cual es un paso muy importante para el crecimiento del sector”, aseguró.
El titular de Grupo Motta destacó que, junto a los principales actores del sector, se está elaborando un proyecto –del que están al tanto los ministros de Economía, Producción y Agricultura– en donde la competitividad sistémica juega un rol fundamental y tiene mucha incidencia también el aspecto laboral y el aspecto impositivo.
“Es un conjunto de medidas que deben concluir detrás de un canal común que sea correcto y optimista. Nadie quiere dejar de pagar impuestos, pero tampoco puede ser que los impuestos nos quiten competitividad frente a los mercados internacionales. Hay que encontrar la forma de articular para que haya generación de empleo a través de la modernización de políticas laborales, pero que a su vez no afecten a las empresas como sucede en la actualidad. Los impuestos y las cargas laborales terminan muchas veces siendo un gran problema para las empresas todos los meses”, resaltó.
Asimismo, Motta hizo hincapié en que “hay que seguir trabajando para que la pobreza desaparezca de nuestra forma de pensamiento y encontremos una manera de inserción laboral más transparente, más accesible y especializada. En nuestra actividad se requiere especialización, ya no es cuestión de tener ganas de ir a trabajar, sino que hay que estar especializado y capacitado”, afirmó.
El precio del huevo
En cuanto a los valores que se manejan hoy en el mercado del huevo, el empresario fue categórico al expresar que “hay que proceder al retiro de animales con el ciclo de postura cumplido, porque es la clave del negocio cuando no encontramos la rentabilidad. El mercado del huevo es muy transparente”. Y agregó: “el factor productivo siempre está íntimamente ligado con la rentabilidad. Venimos de una crisis como la de 2021, donde muchos productores estuvieron al borde de quedar afuera de la actividad, y en febrero de este año nos encontramos con una recuperación de precios muy importante.
Este reacomodamiento trae enseguida un ciclo productivo donde hay ingreso de aves nuevas y salida de animales que son reemplazados. Entonces, cuando comienza el periodo de rentabilidad, comienza un proceso de retardo para sacar las aves que van cumpliendo un ciclo productivo y se van agregando nuevas, por lo cual se produce un exceso de oferta”, detalló. En ese sentido, Motta sostuvo que la retención que hubo a partir de la recuperación de precios, debería revertirse durante mayo, “cuando debemos sacar toda esa producción retenida en los últimos meses, que supera los 2 millones de aves, y se envíe rápidamente a faena para encontrar nuevamente el equilibrio”, explicó.
Luego se refirió al aspecto político e indicó que el consenso es necesario pero que “aparece cuando estamos desesperados y, a la hora de designar a los conductores del proyecto, comienzan los problemas. Esto hace que queden pocos equipos que puedan ponerse al mando de la situación, y además no hay un plan económico que sea sostenible en el tiempo”.
Motta, que además integra la Mesa Chica de la Unión Industrial Argentina, dijo que la actividad industrial estuvo muy golpeada en la pandemia, “comenzó un recupero importante, en donde se marcó un crecimiento de hasta 5 puntos en el trimestre, pero no deja de ser una recuperación. A nivel industrial, la Argentina sigue teniendo desafíos de inversión y para eso debe haber políticas que ayuden a políticas crediticias, por sobre todas las cosas”.