El Mycoplasma Synoviae es una enfermedad que afecta a las granjas avícolas en todo el mundo. Para combatirla son necesarias estrictas medidas de bioseguridad. Al respecto, el doctor en Ciencias Veterinarias, Raúl Cerdá, explica que se está haciendo en la Argentina.
“Es una lucha constante en todas las granjas avícolas del mundo. Por más que se trabaja con mucha bioseguridad, hay que estar muy encima”, indicó.
“Cuando comenzó a evolucionar la avicultura, junto a los avances en tecnología, cambió muchísimo el concepto de bioseguridad” aseguró Cerdá y añadió “yo siempre trato de diferenciar entre los distintos niveles de producción. Por ejemplo, las granjas de reproductoras, el gran aislamiento que tienen y las medidas estrictas de bioseguridad, nos da la pauta de que en realidad se podría controlar, tanto en livianas como en pesadas”. De todos modos, reconoció que son muy pocos los expertos y las granjas que hacen aislamiento.
“En el caso de las ponedoras, que por logística tienen menos bioseguridad, las vacunas juegan un papel importante. Eso ha logrado un mejoramiento y es una herramienta efectiva”, indicó.
En cuanto a los síntomas que presenta la enfermedad, éstos no son muy claros. “Puede haber algo de sinovitis, los dedos hinchados, la almohadilla plantal también . Hay que hacer diferenciación con algunas contaminaciones bacterianas, por eso es muy importante el laboratorio y hacer análisis de serología y tomar muestreos”, aseguró.” Lo más común es una afección respiratoria leve. Tanto estas cepas de MS y bronquitis producen los mismos efectos en el huevo”. EN este sentido, el especialista dijo que la enfermedad “afecta la calidad del huevo y de la cáscara y baja la productividad. En el huevo de color se observa una pérdida de color, el tamaño de huevo y la fragilidad de la cáscara”, concluyó.