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    Ovobrand y el futuro del huevo: Sustentabilidad, bienestar y tecnología

    En diálogo con Adalberto Rossi, Octavio Gaspar —gerente general de Ovobrand— reflexiona sobre los logros y desafíos de una empresa que no solo innova en tecnología y procesos, sino que se proyecta como modelo de sostenibilidad y bienestar, tanto animal como humano.

    En el cierre de su recorrido por Ovobrand, el periodista agropecuario Adalberto Rossi dialogó con el gerente general de la compañía, Octavio Gaspar, para conocer la visión estratégica de una empresa que ha experimentado un crecimiento meteórico en sus primeros 15 años de vida, y que hoy se proyecta hacia el futuro con objetivos ambiciosos.

    Gaspar resumió la filosofía empresarial en una idea concreta: seguir creciendo. Pero no de cualquier manera. “El desafío —dijo— es seguir siendo una empresa moderna en todos los sentidos”, lo que incluye adoptar prácticas de bienestar animal, cumplir con estándares ambientales y mantener una responsabilidad social genuina.

    Una de las muestras más contundentes de esta visión es la reciente incorporación de una planta de biogás única en el mundo, que funciona a partir del guano de las propias gallinas. Esta innovación refleja el compromiso de Ovobrand con la economía circular y la producción sustentable.

    El gerente general reconoció que operar en el contexto económico argentino es complejo, pero destacó que el país ha sabido evolucionar en la industria avícola. “Argentina es el segundo consumidor per cápita de huevo del planeta, y eso nos motiva a seguir invirtiendo”, afirmó.

    Además, señaló una tendencia global en aumento: el consumo de huevo como proteína saludable y accesible. En ese marco, el huevo en polvo industrializado con apenas 12 horas desde la postura se convierte en una solución ideal para mejorar la nutrición en regiones vulnerables. “Hay muchos proyectos en marcha para eso”, dijo Gaspar, convencido de que el huevo tiene un rol social clave.

    Otro aspecto diferencial de Ovobrand es su cultura organizacional. La empresa tiene una rotación casi nula de personal, y muchos empleados están desde sus comienzos. “Hay una impronta familiar que no es marketing —aclaró—, sino un compromiso real con la gente. Si al negocio le va bien, a la gente le va bien”.

    El esquema de producción Just-In-Time que la compañía ha logrado implementar es casi una hazaña en la Argentina. Procesar diariamente millones de huevos con menos de 12 horas de postura requiere precisión, coordinación y un equipo comprometido. “Los pros son para los de afuera, los contras los absorbemos adentro”, concluyó Gaspar, con humildad y orgullo.

    Ovobrand demuestra que es posible combinar innovación tecnológica, eficiencia productiva y compromiso humano. Una empresa que mira al futuro sin perder de vista lo esencial: la calidad del producto, la sustentabilidad del proceso y el bienestar de las personas.