Las cuatro cadenas agrícolas, ACSOJA, Argentrigo, ASAGIR y MAIZAR, sentenciaron que “la voracidad fiscal hipoteca el futuro de los argentinos”. “Hemos perdido la capacidad de asombro. Es un tema bien complejo porque en el medio está la vida de empresas, inversiones de muchas generaciones y se ve cómo se escurre entre los dedos”, indicó Pedro Vigneau, presidente de la Asociación de Maíz y Sorgo Argentinos (MAIZAR). “Por un lado tenemos una catástrofe inusitada, no vista con anterioridad con esta seca tremenda y por el otro tenemos un sistema político que lo único que hace es poner palos en la rueda, no permitir planificación más allá de una semana, porque cambian las reglas de juego a cada minuto ”, sostuvo. En este sentido, Vigneau aseguró que “en vez de estar pensando cómo agrandar la torta, ya que hay enormes oportunidades en el mundo. Sin embargo, todas las mañanas abrimos el Boletin Oficial pensando en cuál será la próxima medida”.
“Es inconcebible pensar en que en la Argentina tiene 40% de su población por debajo de la línea de pobreza, con las oportunidades que hay en este país”, sentenció y añadió que “eso habla de un fracaso y una mediocridad que es lamentable. No estamos teniendo la capacidad de transmitir estas oportunidades. Yo confío en el hartazgo social con una política que nos ha llevado a todos a la situación en la que estamos”, se lamentó. “Son generaciones tiradas a la basura. Hay personas, hay familias, hay trabajo que se destruye por esta gente inescrupulosa. El problema es que nosotros estamos dejando que esta gente tome las decisiones. Hay que hacerse cargo y preguntarnos seriamente qué estamos haciendo para que esto cambie”.
“A me gusta mirar siempre la mitad del vaso lleno y nosotros tenemos oportunidades muy grandes. Cuando uno compara el perfil del productor argentino con nuestros competidores a nivel mundial, con muchos estamos de igual a igual, somos más jóvenes y estamos muy bien formados”, subrayó. El dirigente sostuvo que las generaciones precedentes antes trabajaban, ganaban plata y tenían una renta, “hoy la renta está mal vista y en realidad es la que estimula las inversiones, genera trabajo y genera desarrollo genuino y arraigo”.
“Me siento muy en deuda con mi país, es absolutamente imperioso. Nuestros hijos tienen inmensas oportunidades y tenemos que laburar para darle esperanza a esos chicos”, manifestó.