Si bien la empresa de nutrición animal, Phibro lleva un poco más de 20 años en el país, en 2016 tomó la iniciativa de adquirir Biotay, una compañía de capitales nacionales con una gran injerencia en el segmento de aves, cerdos y ganadería. Mario Magnanelli, Gerente Unidad de Negocios Aves & cerdos de Phibro, cuenta que el proceso de fusión de las dos empresas fue algo complejo, pero que luego de 4 años la firma quedó consolidad a y con un portfolio más grande que incluyó otras especies con las que que Phibro no trabajaba. “Fue complejo y llevó tiempo amalgamar a las dos compañías. El proceso culminó en octubre del 2020”
Para Phibro era muy importante mantener las representadas que tenía Biotay, detalla, “a todos esos contratos se les dio continuidad., lo que nos brindó la posibilidad de participar en los segmentos de aves y cerdos con una importante gama de productos en el área de diagnóstico, de nutrición con probióticos, prebióticos y posbióticos. Hoy atendemos la mayor parte de los segmentos que conforman el área de aves y cerdos”.
Con la firma ya consolidada, el especialista cuenta que con el escenario actual es muy difícil hacer proyecciones, aunque “así y todo proyectamos crecimiento año a año. A veces tenemos que tener un poco flexibilidad, pero la verdad es que hasta ahora se están cumpliendo los objetivos”. En este sentido, contó que tuvieron un crecimiento de dos dígitos en los últimos años.
Respecto de la situación del sector avícola en particular, dijo que “el consumo de pollo está creciendo mucho. La avicultura tiene una muy buena perspectiva, no solo para el mercado interno, sino también para el mundo. Hay un gran potencial en la industria agrícola para convertirla en proteína animal y esa es una gran ventaja. Si bien la situación económica argentina no es la mejor, desde la casa matriz y a nivel regional siempre se apoyó a la Argentina. Toda región donde haya potencial en producción agropecuaria, Phibro está presente”, dijo.
Con especial atención en la innovación Magnanelli cuenta que lo importante para la empresa es poner el foco en lo que sucede a nivel mundial en materia de nutrición animal, como por ejemplo el uso racional de las moléculas antibióticas ya sea para usar como prevención o de forma terapéutica y buscando negocios. “Hoy el antibiótico llegó a ser hasta restringido o usado de manera racional. Phibro ha buscado cambios comprando compañías productoras de probióticos o desarrollo de productos fitobioticos -de dietas verdes-, como así también incursionar en el mercado biológico”, contó. “Hace 10 años compramos un laboratorio israelita y hoy se encuentra consolidado a nivel global y con inversiones para crecimiento de nuevos productos. Lo más importante es que estamos diversificando el negocio de lo que era originalmente Phibro: anticoxidiales y aditivos”, indicó.
Microlife: La propuesta de Phibro en probióticos
En lo que a lanzamiento de productos se refiere, Magnanelli adelantó que comenzaron a comercializar un nuevo producto para la industria avícola: Microlife. “Se puede encontrar en su versión con dos probioticos y el más destacado que tiene cuatro bacilus, seleccionados en el área científica de Phibro Estados Unidos. Esto fue producto de la adquisición de Osprait, una compañía que se compró en 2016”, aseguró. El especialista indicó que el Microlife puede ir como reemplazo de promotor antibiótico o como rotación, “el objetivo es ingresar en un segmento que tiene cada vez más uso.
En Europa el promotor antibiótico está prohibido para ciertos sectores, debido a lo que manda la tendencia mundial por exigencia de los organismos internacionales, pero también por demanda por parte del consumidor. La tendencia es a los productos naturales, fitobióticos, probioticos, todos con un mismo objetivo que es preservar la salud intestinal de las aves”, indicó.