“Estamos ante un contexto muy complicado, que se profundizó una semana antes de las PASO”, categorizó Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA). El dirigente se mostró preocupado por la demora en la apertura de los mercados internacionales luego de la crisis de Influenza Aviar, especialmente por China, que aún se encuentra cerrado para las exportaciones de subproductos de pollo.
En cuanto al mercado interno, Domenech manifestó que “es difícil ponerle precio a 180 días a un producto que lleva muchos componentes. Quizás en el curso de la semana próxima tengas definido un precio, pero que alimentaste un pollo de la semana pasada” .En esta misma línea, el dirigente aclaró que “hay aumentos importantes en maíz, en soja” y que “si bien la oferta es similar en su totalidad, la demanda cada vez se contrae más. Esto nos complica un poco las proyecciones, más aún teniendo en cuenta que China todavía sigue cerrado”. Respecto de la continuidad del cierre del mercado asiático, Domenech dijo que “lo de China es inentendible, pero son muy concretos. En el protocolo dicen que reconocen técnicamente que Argentina está libre, pues lo tiene que hacer porque la OIE así lo anunció”. En este sentido, se refirió a que cuando la OIE anunció que Argentina tenía Influenza Aviar, el mundo le cerró los mercados. Ahora se están reabriendo porque nos declararon al país libre de la enfermedad, pero China aún no tomó la decisión de reabrir la importación. “Sin duda todo esto repercutió en el mercado interno en cuanto a mayor consumo. Nuestros números están dando 49 kilos de consumo por habitante por año, pero en la realidad también los datos de exportación muestran claramente el tremendo costo que el sector pagó y está pagando por el cierre de las exportaciones”, resaltó. “La exportación en toneladas cayó un 31%, pero en saturación el 50%, eso equivale a 182 millones de dólares menos de exportación. De esa cifra, entre 60 y 65 millones de dólares corresponden a recuperos. Tanto las garras, como las harinas o las harinas de sangre, son productos que hacen a una baja en el costo de producción y que repercute en el precio del mercado interno, es decir que todo eso juega al revés, porque subieron los costos en forma indirecta sin la necesidad de que ningún insumo suba”, alertó. “Las decisiones y los tiempos técnicos y políticos por parte de China, que es el principal destinatario de estos recuperos, son tiempos en los que ellos pueden influir muy poco. Nosotros necesitamos una respuesta rápida frente a esto, porque las entidades internacionales ya han dicho que no hay más Influenza en la Argentina, se puede exportar tranquilamente”, se lamentó el titular de CEPA. “En el medio queda el sector productor que necesita de manera urgente abrir las puertas de la exportación para poder canalizar la producción, porque evidentemente con lo que se genera económicamente en el país no alcanza”, subrayó. “Esto da la pauta en los mercados que nosotros operábamos. El promedio de valor de nuestras exportaciones era de 1.900 dólares la tonelada. Actualmente, donde fuimos a otros mercados habilitados, con los cuales no operamos porque no logramos los mejores precios, las exportaciones casi son a nivel de 1.100 dólares la tonelada. Es decir, el promedio cayó 800 dólares”.
Así, Domenech dijo que desde CEPA proyectan una tendencia 370.000 tn, mientras que para la exportación se esperan unas 175.000 tn contra las 260.000 de 2022.
Respecto del anuncio del Gobierno en el que iba a compensar con 3.200 millones de pesos a la industria avícola, el dirigente dijo que si bien llegaron tarde, el Gobierno cumplió, aunque reconoció que con la devaluación puede llegar a desdibujar. “A partir de acá todo puede demorar según la disponibilidad de fondos de la tesorería, pero normalmente eso se da”. De todos modos, aseguró que la avicultura hasta el momento cobró dólar soja 1 y 2 y lo que corresponde a dólar maíz.