En esta oportunidad, en Espacio Cladan, conversamos con el Ing. Alan Nielsen – Dpto. técnico comercial avicultura de Cladan Nutrición y salud animal, acerca de la problemática de las altas emisiones de amoniaco en las granjas avícolas y cómo deben manejarse los establecimientos ante este desafío.
La presencia excesiva de amoníaco comienza por “afectar todo lo que es la acción de las mucosas y tibias del tracto respiratorio. Con un exceso en la producción de moco, que lleva a edema dentro del tracto respiratorio y causar incluso hemorragias”, expresó Nielsen.
También sirve como puerta de entrada a cualquier otra afección respiratoria. Tal es así que en la medida que esas concentraciones de amoniaco continúen aumentando, se afectan otras partes del cuerpo del ave como los ojos.
Dentro de las medidas correctivas que se pueden adoptar en las granjas, el especialista considera que es fundamental medir dos factores: el nivel de concentración y el tiempo de exposición, para evitar así exponer al ave a lapsos prolongados de exposición.
Recomendaciones
Correcta ventilación; manejo de camas para evitar que se formen costras y evitar la formación de humedad; el uso de diferentes tipos de productos que reducen el ph; productos acidificantes o productos de reacción química.
Cladan ofrece Control Doble A, un ácido que no acidifica la cama al extremo, sino que produce una reacción química. Puede utilizarse previo al ingreso de las aves o en los diferentes estadios o crianzas.