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    Si la vaca está cómoda, podemos lograr hasta un 30% más de producción

    El productor lechero debe mirar más allá de la calidad y cantidad de alimento que necesita una vaca lechera para producir más. Así lo afirmó Facundo Feresin, asesor técnico comercial del Equipo de Rumiantes de Cladan , quien contó que desde la firma de nutrición y salud animal están impulsando un sistema de capacitación para “aprender a mirar a las vacas”.

    “Normalmente el productor va al campo y mira cuántos litros de leche produce la vaca o  si quedó preñada, pero no se detiene en el confort del animal. Si la vaca está estresada, hay un nivel de disconfort que hace que no pueda desplegar todo su potencial genético”, indicó el experto. “Nosotros le enseñamos al productor a que se pare en un rincón del campo y comience a mirar las vacas, es decir sus manifestaciones, las caras, los ojos, los movimientos, cómo se agrupan y lo que podemos hacer en sus lotes para que estén más cómodas.

    Las vacas necesitan tener un lugar confortable para acostarse, necesitan tener una cantidad y buena calidad de agua y  la comida en determinados momentos del día. Enseñamos a ver los indicadores que nos demuestran si la vaca está confortable o no y de ahí en más actuar en consecuencia, porque si  está cómoda podemos lograr hasta un 30% más de producción con la misma dieta”, afirmó.

    En esa misma línea, Feresin indicó que, “si logramos que la vaca se quede acostada el mayor tiempo posible, de forma tal que la ubre quede horizontal al corazón, le va a llegar un 30% más de sangre, con lo cual obtendremos más cantidad de leche”. En este sentido, explicó que por esa razón “les armamos las ‘camas’ que van desde un mejoramiento del potrero,  en donde se afloja la tierra, hasta ‘camas’ de compost, que se adaptan perfectamente al animal, con microorganismos al nivel del suelo, que hace que tengan una superficie microbiológicamente estable y blanda”, concluyó.