La agricultura moderna enfrenta desafíos complejos, y uno de los más grandes es la gestión eficiente de los recursos en un entorno climático cada vez más impredecible. En este contexto, la tecnología de precisión climática se ha convertido en un aliado indispensable para los productores. Marcelo Dip, Director Comercial de Metos Argentina, explicó en una entrevista reciente con Adalberto Rossi cómo su empresa está liderando esta transformación en el agro argentino.
Metos Argentina, con más de tres décadas de experiencia en el país, ofrece soluciones innovadoras que permiten a los productores tomar decisiones informadas basadas en datos climáticos precisos. Fundada en Austria en 1984, Metos ha evolucionado junto con la tecnología, pasando de equipos mecánicos a estaciones meteorológicas electrónicas y, más recientemente, a aplicaciones que combinan algoritmos avanzados e inteligencia artificial.
Según Dip, las herramientas que ofrece Metos generan alrededor de 2,000 datos por día por cada estación, pero la clave está en cómo se interpretan esos datos. “El productor no tiene que preocuparse por analizar números; nuestras aplicaciones simplifican todo, proporcionando información clara y práctica,” señaló. Esta información es vital para una variedad de decisiones, desde el manejo del riego hasta la protección contra heladas y la optimización de pulverizaciones.
Uno de los aspectos más destacados de la tecnología de Metos es su capacidad para ahorrar costos significativos. Dip mencionó que, en el caso del riego, cada milímetro de agua tiene un costo que puede ser considerable, especialmente en regiones donde el riego es esencial para la producción. “Un productor que maneje bien cada milímetro con nuestras tecnologías puede ahorrar miles de dólares por campaña,” afirmó. Además, las aplicaciones de Metos permiten evitar la deriva de agroquímicos, lo que no solo protege los cultivos, sino también las comunidades cercanas.
La versatilidad de las soluciones de Metos es otro punto a favor. Desde pequeños productores con apenas unas hectáreas bajo riego hasta megafarmers con miles de hectáreas, la tecnología de Metos es aplicable en una amplia gama de situaciones. “Trabajamos con productores de ajo en Mendoza con solo tres hectáreas, y con grandes compañías que manejan decenas de miles de hectáreas repartidas por todo el país,” explicó Dip, demostrando que la tecnología de precisión no es exclusiva de grandes empresas.
Además de las soluciones ya implementadas, Metos está constantemente innovando. Una de las áreas en desarrollo es la creación de redes de inversión térmica, que permitirán a los productores saber exactamente dónde pueden y dónde no pueden pulverizar en la Pampa Húmeda. También están trabajando en algoritmos de pronóstico de malezas en pre-emergencia, una herramienta invaluable para los agricultores que necesitan adelantarse a los problemas antes de que se hagan visibles.
La colaboración de Metos con instituciones de investigación, como el INTA, y con científicos locales ha sido fundamental para la validación y mejora continua de estas tecnologías. Esta combinación de ciencia y tecnología de vanguardia está posicionando a la agricultura argentina en la senda de una mayor productividad y sostenibilidad.