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    Un laboratorio de referencia para el desarrollo de inoculantes

    La industria agropecuaria en Argentina sigue creciendo y profesionalizándose, en gran medida gracias a la disponibilidad de granos de calidad para la formulación de alimento balanceado. Esta calidad, a su vez, depende de los avances biotecnológicos aplicados a la agricultura, como los desarrollados por Novonesis. Continuando nuestra recorrida por la empresa, entrevistamos a Gisela Santella, Gerente de Servicios Técnicos y de Innovación Regional de la división Plant de Novonesis, explicó desde el laboratorio en Pilar (Buenos Aires) cómo trabajan para adaptar e innovar en el ámbito de los inoculantes. Estos microorganismos son esenciales para mejorar la eficiencia de los cultivos.

    Uno de los aspectos más destacados que menciona Santella es la dimensión y complejidad del laboratorio de Novonesis, un lugar donde se combina la investigación científica con la práctica aplicada. El objetivo principal es desarrollar y adaptar inoculantes para semillas, con el fin de maximizar la viabilidad de los microorganismos que fijan nitrógeno, promueven el crecimiento radicular y mejoran la disponibilidad de nutrientes.

    • Inoculantes líquidos y base turba: diseñados para diferentes necesidades (ya sea para un productor que trata sus semillas en campo o para la industria que realiza tratamiento profesional). Santella explica que cada formulación se somete a test de compatibilidad, asegurándose de que las bacterias permanezcan vivas y sean efectivas al momento de la siembra.
    • Ventanas de viabilidad extendida: en el caso de tratamientos industriales, se busca que las bacterias permanezcan activas por hasta 60 días en la semilla, garantizando una distribución y siembra confiables.

    Esta metodología rigurosa se traduce en un mejor aprovechamiento de nutrientes por parte del cultivo, lo que a su vez impulsa la productividad y reduce la dependencia de fertilizantes químicos, beneficiando tanto a la agricultura como al sector avícola que depende de estos granos.

    Nuevas tecnologías: co-inoculación y solubilización de fósforo

    Santella profundiza en dos líneas de productos clave para el desarrollo de cultivos más eficientes:

    1. Co-inoculación (Bradyrhizobium + Azospirillum)
      • Fijación de nitrógeno: Las bacterias Bradyrhizobium generan nódulos en las raíces de las plantas (como la soja) para capturar nitrógeno del aire y transformarlo en una forma asimilable.
      • Promoción del crecimiento radicular: Azospirillum estimula la elongación y densidad de las raíces, lo que permite una mayor absorción de agua y nutrientes. Esta sinergia se traduce en mayor productividad y un residuo de materia orgánica que enriquece el suelo tras la cosecha.
    2. JumpStart (Penicillium biliae)
      • Solubilización de fósforo: Este hongo libera ácidos orgánicos en la zona radicular, lo que facilita que la planta absorba el fósforo que se encuentra inmovilizado en el suelo.
      • Mayor eficiencia: Al aumentar la disponibilidad de este nutriente esencial, el cultivo se desarrolla con más vigor, beneficiando tanto al rendimiento como a la calidad del grano.

    Adaptación a cada región y acompañamiento al productor

    El verdadero valor diferencial de Novonesis radica en su capacidad para personalizar soluciones de acuerdo con las condiciones propias de cada región (clima, tipo de suelo, prácticas agrícolas, etc.). Tal como indica Santella, el equipo trabaja “codo a codo” con productores y asesores para entender sus desafíos específicos, realizar ensayos de compatibilidad y capacitar en el uso correcto de los productos.

    Este acompañamiento se extiende más allá de la venta, convirtiéndose en un servicio de posventa que asegura la correcta aplicación de los microorganismos en cada paso del camino. Así se garantiza que las bacterias y hongos cumplan plenamente su función, incrementando la eficiencia en la producción de granos que luego se utilizan en la elaboración de alimentos balanceados para aves y otras especies.